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Ciencia

Homeopatía, una práctica en el punto de mira

Partidarios y detractores reflexionan sobre una actividad contra la que el Gobierno planea actuar

El Gobierno prepara una importante batería de medidas contra las pseudociencias. Los Ministerios de Sanidad y Ciencia han lanzado el Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias, que incluye procedimientos para fomentar el acceso de la ciudadanía a "información veraz" sobre el conocimiento científico relacionado con estas prácticas, evitar que se autoricen en centros sanitarios y suprimir cualquier enseñanza relacionada con ellas en las universidades.

"Se considera pseudoterapia a la sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria que no tenga soporte en el conocimiento científico ni evidencia científica que avale su eficacia y su seguridad", explica el Ejecutivo en su estrategia, que ve también en estas prácticas un "riesgo real" que influye en la protección de la salud. Entre ellas se incluye a la homeopatía, objeto de una controversia recurrente.

La Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado recientemente la lista de productos homeopáticos -2.008 en total- que aspiran a seguir siendo comercializados al amparo de la adecuación de la legislación española con la directiva europea que regula esta materia. De esos productos, únicamente 12 han sido etiquetados de manera inicial con una indicación terapéutica que ahora deberán demostrar de forma obligatoria. Y, sin embargo y pese a que los datos revelan un retroceso en el consumo de homeopatía, son miles de españoles los que aún confían en ella. Según el barómetro del CIS de febrero de 2018, hasta un 9,8% de españoles han acudido a un homeópata, un dato que preocupa a las autoridades sanitarias. En su última encuesta sobre percepción de la ciencia, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología indicaba que el 19,6% de los españoles ha utilizado tratamientos como la homeopatía o la acupuntura y un 5,2% los ha utilizado "en sustitución a la medicina convencional".

La principal organización médica española, la OMC, también ha ratificado recientemente su compromiso contra lo que califican de una "pseudociencia" que, en términos científicos, no ha aportado evidencias y está "invalidada".

Un argumentario que los defensores de la homeopatía rechazan de manera vehemente y que los críticos de este supuesto método curativo respaldan por entender que esta práctica se construye a partir de "creencias irracionales y elementos mágicos" sin ningún rigor, como señala el médico de familia madrileño Vicente Baos, divulgador científico y miembro también de la red de expertos de la Agencia Española del Medicamento.

Vicente Baos, médico y divulgador: "Cosas que dicen que curan hay muchas, pero no todas tienen el aval de la ciencia"

La homeopatía se basa en la doctrina del médico alemán del siglo XVIII Samuel Hahnemann, según la cual lo similar cura lo similar a través de la ultradilución infinitesimal del principio activo de la sustancia que causa la enfermedad. "La homeopatía surge de la experiencia, es una realidad social y clínica en todo el mundo. Creemos sinceramente que estamos ayudando a nuestros pacientes. Somos médicos y nos hemos formado en las mismas facultades que nuestros compañeros, solo que tenemos un recurso más. Nuestros medicamentos son legales", dice el barcelonés Gonzalo Fernández-Quiroga, médico general y portavoz de la Asamblea Nacional de Homeopatía (ANH), un organismo que, según sus datos, agrupa a la práctica totalidad de médicos, farmacéuticos y veterinarios que la reivindican.

Fernández-Quiroga cifra en alrededor de 10.000 los médicos que prescriben homeopatía en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de profesionales colegiados en España en 2017 fue de 253.796, lo que dejaría en algo menos del 4% el porcentaje de médicos prescriptores de homeopatía. Se trata, no obstante, de un porcentaje alejado del, aproximadamente, 1% de españoles mayores de 15 años (403.800 españoles en total) que, según la Encuesta Nacional de Salud 2017, elaborada por el Ministerio de Sanidad, visitó a un homeópata en los doce meses previos a la realización del estudio.

Ese dato revela un descenso en comparación con el aparecido en la edición 2011-2012 de la Encuesta, que calculaba en 504.900 españoles el número de españoles que había recurrido a estos servicios. Sin duda, una "minoría clarísima", como indica Baos, pero que, atendiendo a lo que proclamó el CIS en su barómetro de febrero de este año - el primero que preguntaba por tratamientos no convencionales, como la homeopatía, la acupuntura o el ayurveda -, se siente contento con ella. Uno de cada cuatro encuestados daba un 8 sobre 10 a su nivel de satisfacción con la homeopatía, y otro 21,8% la calificaba con un 7, pese a que no existen estudios científicos que la avalen y las principales publicaciones mundiales, como 'The Lancet' y 'Nature', la hayan descalificado en repetidas ocasiones.

"Una nada en busca de explicación"

Para Vicente Baos, el asunto está bastante claro. "La homeopatía es una nada en busca de una explicación. Es un residuo histórico que se sigue aplicando sin el rigor científico que se le exige a la medicina tradicional", indica este médico, para quien "cosas que dicen que curan hay muchas, pero no todas tienen el aval de la ciencia". Baos dice que los homeópatas aplican una "simulación de tratamiento". "Es dejarse seducir por esa fantasía de que una cosa diluida en una bolita de azúcar me va a hacer sentirme mejor. Es una manipulación cognitiva. No podemos simular que estamos dando algo sabiendo que no funciona", indica.

Gonzalo Fernández-Quiroga, médico y homeópata: "Creemos sinceramente que estamos ayudando a nuestros pacientes"

Una opinión distinta tiene Miquel Peralta, presidente de la Asociación Catalana de Pacientes, Amigos y Usuarios de la Homeopatía (ACPAUH). "Llevo usándola 25 años con éxito, me ha funcionado muy bien en problemas de alergias", apunta Peralta, que denuncia una "campaña de descrédito" contra esta práctica. "Hay un intento de limitar la libertad de elección de la gente. Yo quiero tener todas las herramientas a mi disposición, no tener que elegir una porque se haya dicho que sea la más efectiva cuando esto es discutible. A la homeopatía se la ataca porque funciona". Peralta, profesor en el Conservatorio de Barcelona, recalca que él no es médico y que, de cualquier manera, "en la homeopatía cada caso es un mundo".

A tenor de los datos de la Encuesta Nacional de Salud, el interés por la homeopatía ha decaído entre la población española, una tendencia que parece tener también su eco en el campo del conocimiento. Al menos, en los campus públicos. En 2016, la Universidad de Barcelona suspendió el máster de homeopatía -del que era director Fernández-Quiroga- por un informe desfavorable de su Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, que apuntaba que "la homeopatía no tenía evidencias científicas", como confirma a este diario la propia Universidad en un correo electrónico. También han retirado sus estudios de esta materia las universidades de Valencia, Sevilla, Córdoba, Zaragoza y la UNED. Fernández-Quiroga defiende su labor y rebate el argumento de la falta de evidencias. "Llevábamos 20 años de colaboración y en las encuestas internas veíamos satisfacción entre los asistentes. Si hace dos décadas había las evidencias que había, ahora podríamos presentar más. Se ha producido un efecto dominó en el resto de universidades. ¿Dónde dejamos a las personas que confían en la homeopatía si no tenemos personal formado? Lo lógico sería incorporarla de forma ordenada y prudente al conocimiento global para que las personas se puedan tratar con garantías y sabiendo que hay un médico detrás que cumple el código deontológico". Fernández-Quiroga cita como ejemplo de respaldo un estudio realizado el año pasado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, según la cual un 52,7% de los españoles creen que, de algún modo o en mayor o menor medida, la homeopatía funciona.

"Pérdida de una oportunidad terapéutica"

"La homeopatía no tiene eficacia, son terrones de azúcar que se venden como si fueran medicamentos", apunta el valenciano Fernando Cervera, biólogo especializado en Ciencias de la Salud y miembro de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (AEPTP), un grupo activo en la lucha contra las denominadas como 'terapias alternativas', 'complementarias' o 'integrativas' por entender que se ofrecen como actos médicos sin haber demostrado científicamente su efectividad y a las que consideran un "gran peligro" por, entre otras razones, el riesgo de que los pacientes abandonen terapias efectivas. Las propuestas de la AEPTP, entre otras asociaciones, han sido tenidos en cuenta por el Gobierno para desarrollar su plan contra las pseudoterapias. Falta que el Gobierno concrete la lista con las mismas, pero la AEPTP incluye, entre otras muchas, a la acupuntura, el ayurveda, el reiki y la naturopatía, que figuran entre las preferidas por los españoles.

Pero Cervera añade más motivos para desconfiar de la homeopatía. "El primer motivo por el que es dañina ya no es por el abandono del tratamiento, sino por el retraso y la pérdida de una oportunidad terapéutica. Hay estudios muy claros que dicen que las personas que recurren a homeopatía tienen el doble de posibilidades de morir ante un cáncer. Por culpa de un engaño, esa persona no está acudiendo al médico tradicional".

Cervera menciona el caso de Rosa Morillo, una mujer de 41 años que falleció en 2017 tras decidir no tratar su cáncer de mama con quimioterapia y en su lugar recurrir a homeopatía recetada por dos médicos colegiados, uno de ellos Alberto Martí Bosch, según apuntó un reportaje publicado en 'El País'. Asimismo, el pasado mes de julio otra mujer murió a consecuencia de un cáncer similar en Girona tras rechazar el tratamiento de quimioterapia y optar por la homeopatía. En octubre, otra mujer ingresó en la UCI del Hospital Reina Sofía de Córdoba, como consecuencia, al parecer, de los efectos de dos tratamientos a los que la sometió un médico naturista y homeópata de Jaén.

Fernando Cervera, miembro de la asociación contra las pseudoterapias: "La homeopatía es un engaño que dura ya demasiado en la sociedad"

Casos "desgraciados y lamentables", pero que "no tienen nada ver que la homeopatía", dice Fernández-Quiroga, que denuncia el "intrusismo profesional" al que, dice, debe enfrentarse su colectivo. "Ningún médico que se incorpore a la homeopatía va a recomendar al paciente que deje su tratamiento de radioterapia o quimioterapia", explica el portavoz de la ANH, que indica que esta práctica "no sustituye a los tratamientos oncológicos en absoluto", sino para atender los "efectos secundarios de estos tratamientos, como náuseas y vómitos". "Nosotros decimos un no rotundo a abandonar el tratamiento. Aplicamos un consentimiento informado, en el que le decimos al paciente que el tratamiento homeopático no reemplaza al que tiene, sino que es algo complementario. Los enfermos, después de recibir la información, tienen derecho a optar por el tratamiento que les convenga. Si hay algún médico que hace una mala praxis, ahí están los códigos deontológicos y las leyes", añade.

"La libertad de tratamiento se basa en la información veraz, no significa libertad para mentir. El paciente tiene derecho a elegir su tratamiento en base a pruebas veraces y reales. El médico se debe a la evidencia científica. La homeopatía no cura, no hay debate al respecto. Además, estos productos pueden producir daño por sí mismos", contrarresta el representante de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas. Este es un punto clave para el Ejecutivo, como argumenta en su estrategia. "La utilización de pseudoterapias afecta negativamente a la salud, sea perpetuando algunas dolencias, generando otras o, incluso, aumentando el riesgo de muerte. Esto último puede ocurrir bien porque favorecen el retraso o la sustitución de tratamientos convencionales (cuya efectividad y seguridad sí está probada) o porque reduce la efectividad de estos últimos, como han demostrado varias investigaciones".

Argumentos parecidos emplea Baos. "Rechazar un medicamento o un tratamiento porque la homeopatía va a hacer lo mismo o mejor es una idea errónea que puede salir muy cara al paciente", explica el médico, que considera "oportunistas" a los homeópatas. "Cuando los homeópatas dicen que aplican un tratamiento complementario, ellos se apuntan y dicen que lo suyo funciona. A la gran mayoría de médicos esto nos parece un engaño", agrega.

Evidencias científicas

El de las evidencias científicas es otro de los apartados que dividen radicalmente a partidarios y detractores de homeopatía. Fernández-Quiroga admite que no disponen del mismo volumen de evidencias científicas, lo que atribuye a la ausencia del colectivo de los hospitales y a que disponen de menos recursos que la medicina tradicional. "Pero hay un número suficiente de evidencias publicadas en revistas no homeopáticas que nos hace pensar que hay razones para seguir investigando", señala. Un punto de vista con el que no está de acuerdo Baos. "Se trata de trabajos de mala calidad, sin conclusiones y sin relevancia científica. La homeopatía no tiene más efecto que un placebo", responde.

Miquel Peralta, paciente de homeopatía: "Hay un intento de limitar la libertad de elección de la gente"

Miquel Peralta aclara que no tiene "nada en contra" de la medicina convencional, a la que recurre si se ve obligado, pero señala que la homeopatía "no va a desaparecer". "Yo no digo que sea la panacea, pero es obvio que funciona. La gran mayoría de la gente que recurre a la homeopatía es porque la medicina tradicional no ha dado respuesta a sus problemas. Yo no defiendo que la homeopatía sea para todo el mundo, solo que la gente haga lo que crea conveniente con su salud. Hay gente que usa la homeopatía como complemento para combatir los efectos secundarios y otra que la emplea de manera prioritaria. Lo que no existe es el riesgo cero. Con un tratamiento convencional también se corren riesgos. La solución a esto es la responsabilidad personal del paciente", añade. Cervera no lo ve así: "La homeopatía es un engaño que dura ya demasiado en la sociedad".

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