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Salud

Por qué aumentan las lesiones de rodilla y talón entre los niños

Las lesiones más habituales son las tendinitis en la zona de la tibia, o la inflamación del cartílago del talón

Por qué aumentan las lesiones de rodilla y talón entre los niños Pixabay

Lo notan en los servicios de Urgencias y en las consultas de los traumatólogos. Las lesiones entre los niños y adolescentes se están disparando en los últimos años. ¿El motivo? El aumento de la práctica deportiva entre los escolares, unido a otros factores, como el uso de un calzado inadecuado o la dureza de la superficie sobre la que se entrena.

En el Hospital General de Alicante, los menores atendidos por fracturas óseas, contusiones, esguinces y tendinitis han aumentado en cinco años hasta un 40 % y, a la semana, son atendidos unos 90 niños y adolescentes por este tipo de lesiones, según estimaciones del jefe de Traumatología, Antonio García.

«Antes los niños jugaban, ahora compiten; se busca mucho nivel desde que son pequeños y eso se traduce en un aumento de las lesiones», señala Alfonso Ley, responsable de Traumatología Infantil en el Hospital Vithas Medimar Internacional.

Los especialistas hablan de dos tipos de lesiones: las provocadas por un abuso en la práctica deportiva, como las tendinitis, o por accidentes. En este segundo caso, una de las que más ha aumentado en los últimos años es la rotura de ligamento cruzado de la rodilla. «Se trata de una lesión que era típica del adulto, pero que la encontramos cada vez más en niños de entre 12 y 16 años que juegan al fútbol», explica Jesús Mas, codirector del servicio de Traumatología de la Clínica HLA Vistahermosa.

Esta lesión está íntimamente relacionada con la superficie sobre la que se juega y el uso de un calzado inadecuado. «Los campos de hierba artificial están muy bien porque evitan las heridas por roce cuando hay una caída. Pero el problema es que hay que usar las zapatillas adecuadas, con tacos específicos para jugar en hierba artificial. Cuando se usan tacos para hierba natural, que son más grandes, se quedan clavados en la superficie y provocan una rotación de rodilla y la consiguiente lesión». Antonio García también cree que las superficies sobre las que se entrena «son por lo general muy duras, por lo que las lesiones se disparan».

También es cada vez más común ver casos en menores de la denominada enfermedad de Osgood-Schlatter. «Se producen por la tracción repetitiva de los tendones sobre zonas de hueso inmaduras y en crecimiento sobre las que se insertan», señala David Perea, responsable de Traumatología en el Hospital Vithas Medimar Internacional. Muchas veces, los pacientes llegan cuando la lesión ya es grave, «incluso con arrancamientos completos de tendón porque, pese a que les dolía, no han querido dejar de hacer deporte».

Las lesiones en el cartílago de crecimiento, especialmente en rodillas y tobillos también arañan buena parte del tiempo de consulta de los traumatólogos infantiles.

Entre las lesiones provocadas por un abuso en la práctica deportiva, las más habituales son las tendinitis en la zona de la tibia. También la denominada enfermedad de Severt, que se produce por la inflamación del cartílago de crecimiento del talón. El tratamiento para estos casos de sobrecarga siempre es el mismo: reposo y antiinflamatorios.

Cuando las lesiones son de mayor envergadura, el tratamiento suele ser conservador. «El niño, en estos casos no es un adulto en pequeño. Sus huesos tienen un potencial de crecimiento y de cicatrización enorme», asegura Alfonso Ley.

En el caso del abordaje de la rotura de ligamento cruzado, las técnicas han cambiado. «El problema es que en los adolescentes el hueso está en crecimiento, por lo que la técnica que se empleaba para el adulto no servía», explica Jesús Mas.

Durante mucho tiempo, la forma de tratar esta lesión era no operarla y dejar que el niño siguiera su crecimiento. Si a los 17 años la rodilla seguía dando problemas, pasaba por quirófano. Sin embargo, «nos dimos cuenta de que así se dañaban mucho los meniscos, por lo que ahora se han desarrollado técnicas específicas mucho más complejas que permiten abordar estas lesiones sin tocar las zonas de crecimiento».

El fútbol encabeza el ránking de deportes que más lesiones ocasionan, debido al elevado número de niños y jóvenes que lo practican. Le siguen el baloncesto y en menor medida el rugby.

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