La etiqueta 'sin gluten' en los alimentos vende. Tanto es así que aparece hasta en los productos que, de manera natural, no contienen gluten. Es todo marketing. El objetivo: vender más. En los últimos años se ha extendido la creencia de que una dieta sin gluten es beneficiosa para todo el mundo, pero los expertos advierten de que no es así.

"Para una persona sana, una dieta libre de gluten no presenta ningún beneficio. Puede prescindirse de él, porque no es un nutriente esencial, pero no supone ninguna mejora de por sí", explica Aida Serra, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Aún así, ser "gluten free" se lleva, a juzgar por la cantidad de marcas que utilizan esta etiqueta como reclamo para vender más.

"Ni la leche, ni las hortalizas, ni muchos otros productos frescos como la carne o los huevos contienen gluten de forma natural", explica la profesora. Pero sí llevan la etiqueta "sin gluten". Es marketing engañoso sostiene. Además, es una práctica contraria a la actual legislación. La ley obliga a indicar la presencia o ausencia de gluten en determinados alimentos que son susceptibles de llevarlo, puesto que es una información clave para las personas celíacas. Pero la normativa europea, concretada en el Reglamento 828/2104, persigue también prácticas informativas desleales y hace referencia a que "la información alimentaria no debe inducir a error al insinuar que el alimento tiene unas características especiales, cuando, de hecho, todos los alimentos similares tienen estas mismas características".

Tres tipos de alimentos

Genéricos. Alimentos que de forma natural no tienen gluten y, por tanto, no hay que mencionarlo en el etiquetado. Ejemplos: el agua, la leche, las verduras, las hortalizas, las legumbres, la carne, el pescado o los huevos.

Convencionales. Alimentos que se fabrican sin gluten pero pueden tenerlo. Ejemplos: postres, salsas, condimentos. En estos casos, deben llevar la etiqueta "sin gluten" si contienen menos de 20 mg/kg.

Específicos. Alimentos que contienen gluten pero que han sido reformulados para eliminar esas proteínas y que sean aptos para celíacos. Ejemplos: pasta o pan.

¿El gluten engorda?

Hay que combatir mitos tales como que el gluten engorda, puesto que los productos sin gluten a menudo incorporan grasas añadidas que suponen una mayor aportación de calorías, según explica Serra. Eso sí, el cambio de una dieta con muchos alimentos industriales, como las galletas o la repostería, a otra basada en alimentos frescos, como frutas y verduras, sí puede ayudar a perder peso, aunque la presencia o ausencia de gluten no tenga nada que ver con ello.