El control de calidad de los productos que se comercializan en los locales comerciales de España es un tema capital tanto para el ministerio de Sanidad y consumo como para las organizaciones de consumidores (en este enlace te mostramos la polémica respuesta de un portavoz de ISDIN por las críticas de la OCU de sus cremas solares).

FACUA-Consumidores en Acción ha emitido una nota informativa a través de su portal digital para pedir "la retirada del mercado de un set de pulido dental a la venta. "FACUA-Consumidores en Acción ha denunciado a Lidl ante la Agencia Catalana del Consumo, donde tiene su sede social, por la venta de un set de pulido dental de la marca Nevadent. La asociación reclama la retirada del producto del mercado, sobre el que los odontólogos han alertado de que su elevado número de revoluciones puede quemar los dientes e incluso hacer necesario endodonciarlos". La organización "advierte del riesgo que estos productos pueden conllevar para la salud de los consumidores, puesto que se venden como utensilios que realizan "fácilmente" tareas complejas como la eliminación de placa dental, cuando estas prácticas deben ser realizadas por personal sanitario cualificado" (en este enlace te mostramos el error en un medicamento para la hipertensión que ha obligado a Sanidad a retirarlo del mercado). FACUA explica también que el establecimiento comercial vende el set "como un producto que "ayuda a reducir el sarro y las manchas en los dientes" y que "elimina fácilmente la placa dental", con "10.000 revoluciones por minuto". Sin embargo, el Colegio de Odontólogos de Madrid ha alertado de que "el pulidor va a tantas revoluciones que quema el diente", lo que puede ocasionar "una pulpitis, provocada por el calor, que se transmita al nervio del diente y produzca dolor o acabe haciendo necesaria una endodoncia en un diente sano. Este colegio también ha solicitado a la cadena de supermercados que retire el producto".

En la conclusión de su informe, "FACUA insiste en que la salud del consumidor debe ser un asunto prioritario a la hora de poner a la venta un producto y recuerda que los bienes puestos a disposición de los usuarios en el mercado siempre deben ser seguros y no deben presentar "riesgo alguno para la salud o seguridad de las personas, o únicamente los riesgos mínimos compatibles con el uso del bien o servicio y considerados admisibles dentro de un nivel elevado de protección de la salud y seguridad de las personas", tal y como recoge el artículo 11 del Real Decreto 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias".