El verano es una época marcada por el descanso, los viajes y la desconexión... pero hay una cara B: los excesos y el temido aumento de peso. Sí, los meses de julio, agosto y septiembre vienen acompañados de salidas nocturnas, visitas a amigos, cenas, grandes comidas familiares y eso se traduce en unos kilos de más al acabarse esas deseadas vacaciones.

Adelgazar en verano también es posible, hay diversos trucos para perder peso sin que se resienta tu salud. Siempre con moderación y bajo la supervisión de un experto en nutrición. Hace unos meses te contamos los trucos infalibles para adelgazar. Es recomendable contar con las recomendaciones de los expertos en la materia a la hora de iniciar una dieta.

Tu gran aliada es la fruta. Tanto las frutas como las verduras son imprescindibles para llevar una dieta sana. Ambas aportan vitaminas y minerales que mejoran el estado de órganos como los ojos, el corazón, los riñones... Así como actúan de escudo protector de cara a futuras infecciones. Un estudio publicado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard defiende sus múltiples beneficios, entre los que se encuentran la reducción de la presión arterial y los problemas digestivos así como enfermedades cardiacas y derrames cerebrales.

Por ejemplo, consumir verduras de hojas verdes como las lechugas, espinacas, acelgas disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas. Resultados similares proveen la coliflor, la col, las coles de Bruselas; y frutas cítricas como las naranjas, limones, limas y naranjas.

Para el caso que nos ocupa, hay cuatro frutas que te ayudarán a librarte de esos kilos de más: piña, manzana, sandía y melón. El consumo de aproximadamente 150 gramos diarios de cada una combinado con ejercicio es recomendable. Conviene tomarlas entre horas y evitar hacerlo durante la cena. Si hay una fruta que nos evoque al verano es la sandía. Tomar una porción antes de comer o para acompañar al desayuno y merienda es ideal. Está compuesta casi en su totalidad por agua, por lo que su aporte calórico apenas supera las 30 calorías por cada 100 gramos.

La piña es una fruta tropical muy nutritiva y baja en calorías (50 calorías por cada 100 gramos). Es rica en vitamina C y rica en potasio. Gracias a una enzima llamada bromelina facilita la digestión, previene catarros, es diurética y ayuda a combatir enfermedades como el dolor en las articulaciones. Además, conseguirá saciarte fácilmente.

El melón destaca por su sabor dulce y hace pensar que se trata de una fruta que engorda, pero es justo al contrario. Por cada 100 gramos que consumas sólo te aportará unas 40 calorías. Tiene propiedades diuréticas y contiene bastante fibra y poder saciante.

La manzana es rica en pectina, que es una fibra natural que nos ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y facilita la eliminación de grasas. Contiene 51 calorías por cada 100 gramos.