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Adelgazar con cabeza: un propósito de peso para el año nuevo

Los expertos nos dan las claves de cómo perder los kilos ganados durante los excesos navideños y no recuperarlos.

Adelgazar con cabeza: un propósito de peso para el año nuevo

Adelgazar, hacer más ejercicio y abandonar hábitos poco saludables encabezan la lista de buenos propósitos con los que nos enfrentamos al año nuevo. Gimnasios y clínicas nutricionales ven cómo a partir de mediados de enero llega una avalancha de nueva clientela dispuesta, esta vez sí, a ponerse en forma y perder esos kilos de más de forma definitiva. Para que la voluntad no se quede en papel mojado al cabo de unos días o semanas, especialistas en medicina, nutrición y psicología, ofrecen una serie de consejos en este artículo.

La nutricionista Raquel Lucio, de la clínica Nutrendo de Vigo, recomienda ponerse en manos de profesionales, ya que "el 90% de los que se hacen el propósito de adelgazar fracasan en el intento; el 10% restante será el que lo consiga porque está concienciado y pide ayuda profesional. Muchos piensan que pueden hacerlo solos y empiezan la dieta el lunes y la acaban el martes", comenta.

OBSTÁCULOS

La impaciencia y la falta de constancia son otros de los obstáculos que impiden mantener durante todo el año el propósito de adelgazar. "La mayor parte de la población fracasa porque, como ocurre en esta sociedad, busca soluciones inmediatas para problemas crónicos, se buscan dietas milagro que nos hagan adelgazar y no funcionan: nos pueden hacer perder peso puntualmente pero son imposibles de llevar a la práctica de manera crónica, con lo cual los pacientes vuelven a recuperar peso y muchas veces con efecto rebote", explica Juan José González Soler, medico internista coordinador de la Unidad de Obesidad del Hospital Vithas Fátima de Vigo.

Huyendo de la palabra dieta por sus connotaciones restrictivas y temporales, los expertos prefieren hablar de cambio de hábitos alimentarios. "Se trata de reeducar a los pacientes, que sepan cómo tienen que alimentarse y qué tipo de vida tienen que llevar para conseguir perder peso de una forma definitiva", explica González Soler

La nutricionista Raquel Lucio coincide: "La idea principal es que el pensamiento de la persona no sea "me voy a poner a dieta", sino que se diga a sí misma que va a cambiar sus hábitos y eso lo va mantener el resto de su vida. Se trata de aprender a comer de una manera equilibrada, adecuada, con todos los nutrientes y de una manera podamos hacer en la vida diaria".

No todas las dietas funcionan igual para todo el mundo, de ahí la importancia de personalizarla según el punto de partida -si se quieren bajar unos kilos, si hay sobrepeso o si estamos ante un problema de obesidad-, los gustos y las condiciones de cada persona. "El mismo método no funciona para todo el mundo. A unas personas les puede ir bien hacer cinco comidas al día, pero a otros no. Todo depende de su horario de trabajo, de sus gustos, de sus horas de sueño, de lo prolongado que sea su día,€", expresa Raquel Lucio.

Por su parte, González Soler indica que "hay pacientes que requieren sin ninguna duda el abordaje multidisciplinar: unas instrucciones nutricionales sobre cómo alimentarse, un educador físico que les enseñe a realizar el ejercicio adaptado a su capacidad funcional, un psicólogo que lleve a cabo una terapia motivacional y conductual y, por supuesto, un acompañamiento médico".

NO AL AYUNO

Una de las última dietas de moda popularizadas por actores como Elsa Pataky y Chris Hemsworth es la que propone el ayuno intermitente (la pauta más conocida es no comer durante 16 horas, que suelen incluir las horas del sueño, y realizar las ingestas durante las horas restantes). Raquel Lucio comenta que el equipo de la clínica Nutrendo "no estamos a favor porque a nivel médico no hay estudios que confirmen su correcto funcionamiento, aunque se ha hecho un pequeño estudio que muestra que puede revertir la diabetes tipo 2 o que los periodos de ayuno pueden ir bien para determinado tipo de personas, atendiendo a su reloj biológico. Por ejemplo, hay personas que por las mañanas no suelen tener hambre por su ritmo circadiano les hace no sentir apetito, para ellos una buena técnica para bajar de peso es proponerle que hagan ayuno intermitente pero no de un día sino de no desayunar. De todas formas, aquí lo que promocionamos es la dieta mediterránea y seguir hábitos saludables: un ayuno no es debe ser un hábito".

Desde la Unidad de Obesidad de Vithas Fátima, González Soler se muestra tajante: "Es la moda de este año, que siempre viene respaldada por algún famoso o actor de Hollywood que necesita adelgazar rápidamente para su próxima película. Ese tipo de dieta tiene algo de base fisiológica pero no debe ser llevada a cabo sin el seguimiento de un profesional ni por un largo periodo de tiempo (la usamos puntualmente en pacientes que van a operarse, a someterse a una cirugía gástrica o a un bypass) puede llevar a situaciones muy graves de salud. Una dieta para demostrar que tiene beneficios cardiovasculares ha de tener unos estudios científicos que la avalen y la única que ha demostrado beneficios en salud es la mediterránea y ninguna otra".

APOYO PSICOLÓGICO

La nutrición es como la psicología, hay muchas teorías pero después para cada persona puede funcionar una técnica u otra.

La motivación es fundamental a la hora de mantener una dieta sana y equilibrada a largo plazo. "Tratamos de escuchar al paciente, ver en qué ha fallado y tratar de corregirlo, motivarlo y marcarle objetivos alcanzables y reales de forma paulatina. Es fundamental no pasar hambre en una dieta. No vamos a prohibir alimentos, se puede comer sano y rico, hay más vida después del pollo y la lechuga, con recetas agradables, saludables que le resulten atractivas también desde el punto de vista culinario".

Pedro Santamaría, psicólogo experto en obesidad de la Unidad de Obesidad de Vithas Fátima considera que las dietas fallan, pese a la buena voluntad de quien las emprende "porque se acude a dietas milagro, a ayunos compensatorios y a mucho sacrificio en lugar de planificar a largo plazo y buscar una forma de relacionarse con la comida que sea saludable y nos permita disfrutar de ella. Es como si nos impusiéramos un castigo por haber comido mucho en navidades".

El papel de un psicólogo en una dieta es complementar la labor de la medicina, nutrición y dietética, haciendo hincapié en la parte emocional que nos lleva a comer inadecuadamente. "Hay que identificar porqué una persona come de forma acelerada o desordenada y qué medidas puede implementar en su día a día para gestionar, por ejemplo, la ansiedad, la autoexigencia, la autoestima o la sensación de fracaso cuando no se lleva a cabo una dieta estricta", explica Santamaría. Ansiolíticos alternativos a la comida pueden ser el ejercicio, acudir a una actividad cultural o a una social. Depende de las perferencias de cada uno.

Ejercicio físico adecuado a cada persona

Todo hábito alimentario sano tiene que ir acompañado de ejercicio físico adecuado a las condiciones de cada persona. González Soler comenta que, al igual que en la nutrición, el plan de ejercicio debe ser individualizado. "No es lo mismo una persona con una insuficiencia respiratoria, artritis o una enfermedad renal que otra que no lo tiene, es decir cada paciente tiene una necesidad y unas condiciones y hay un deporte para cada uno. No todo el mundo tiene que correr o nadar. Incluso una caminata diaria enérgica vale; todo lo que sea más ejercicio de lo que se haca habitualmente, es bueno".

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