Una de cada diez consultas al médico de familia está provocada por el vértigo. Un problema muy habitual que afecta al 20% de los mayores de 65 años y que esconde múltiples causas, «la más frecuente está relacionada con unas partículas que se sueltan en el oído interno y que con los movimientos de la cabeza se desplazan y desencadenan el vértigo», explica Óscar Alemán, médico responsable de la consulta de Otoneurología del Hospital General de Alicante, adscrita al servicio de Otorrinolaringología. En esta consulta, creada hace doce años, la mitad de los pacientes que se atienden sufren vértigo.

La mayor parte de los casos tienen detrás una causa benigna, como el vértigo posicional relacionado con el movimiento de la cabeza. Su tratamiento, además, es relativamente sencillo. «Este vértigo se produce porque hay partículas sueltas en el oído interno, por lo que con mediante una maniobra de movimiento de la cabeza se consigue que esas partículas salgan de los conductos del oído y el vértigo desaparezca». En otros casos, el vértigo puede esconder enfermedades más graves, como el síndrome de Ménière, que provoca también ruidos en el oído, pérdida auditiva y que puede llegar a ser altamente incapacitante. También hay enfermedades raras, cuyos síntomas incluyen también el vértigo. Lo que cada vez parece estar más claro es que detrás del vértigo no suele esconderse una causa cervical, como habitualmente se suele pensar. «En este terreno hay mucha discusión y ninguna prueba fehaciente que diga que problemas en las cervicales generen vértigo, a no ser que sea un daño muy extremo», señala Óscar Alemán. Lo que ocurre «es que las cervicales han servido siempre de cajón desastre para meter los casos en los que el origen del vértigo no está muy claro». Cuando un paciente llega a la consulta de Otoneurología, el objetivo primero es diagnosticar cuál es el origen de este problema, «algo que no siempre es sencillo, lo que provoca que los pacientes den muchas vueltas antes de dar con la causa», señala Alemán. En los últimos años han ido apareciendo en este terreno nuevas técnicas que ayudan al diagnóstico, como la resonancia magnética para ver la dilatación del oído interno y otras más recientes que permite medir, por ejemplo, la relación entre el movimiento de la cabeza y de los ojos, origen en muchos casos del vértigo. Precisamente, el servicio de Otorrinolaringología del Hospital General de Alicante ha presentado estas últimas técnicas en el XIV Congreso de la Sociedad Valenciana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SVORL CCC), cuyo Comité Organizador ha recaído en el Servicio de ORL del General de Alicante y se ha celebrado esta semana en Alicante. También se han abordado los últimos tratamientos, entre ellos el intratimpánico, mediante el que se coloca medicación directamente en el oído interno.

Precisamente ayer, miembros de la asociación Síndrome de Ménière España estuvieron en el Hospital General de Alicante para dar información sobre la entidad y sobre esta patología, muy incapacitante y que afecta a personas entre 40 y 60 años.

Nueva técnica en el Hospital General para operar a través de los conductos de la saliva

La intervención permite eliminar pequeños cálculos sin tener que recurrir a la cirugía ni extirpar glándulas

El Hospital General de Alicante ha comenzado a aplicar una técnica pionera que permite diagnosticar y tratar determinadas patologías a través de los conductos de la saliva introduciendo un pequeño endoscopio. Con esta técnica se pueden eliminar, sin tener que recurrir a la cirugía ni extirpar las glándulas, pequeños cálculos que se forman en los conductos de la saliva «y que provocan inflamación, infecciones y dolor», explica Guillermo Severá, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital General de Alicante. El centro sanitario es el único de la provincia que cuenta con esta técnica, llamada sialoendoscopia, que ha sido presentada en el XIV Congreso de la Sociedad Valenciana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.

Esta técnica puede ayudar a identificar problemas específicos de esta zona, así como dilataciones, el estrechamiento de los conductos que segregan la saliva o tapones mucosos, que se pueden tratar fácilmente mediante dilataciones, lavados o la aplicación directa de medicación. «La sialoendoscopia está actualmente en auge, dado que es un procedimiento mínimamente invasivo, con menor riesgo y complicaciones para el paciente, que permite evitar, en muchas ocasiones, cirugías de mayor morbilidad, como puede ser la extirpación de las glándulas», remarca Severá.

Asimismo, «es muy eficaz en el tratamiento de la Parotiditis Recurrente Juvenil, una enfermedad de las glándulas parótidas en edad pediátrica, con porcentajes de curación que llegan hasta el 80% de los pacientes».