Un aerosol, o espray nasal, desarrollado para reforzar el sistema inmunológico contra la gripe, demostró en las pruebas pre-clínicas que puede frenar la reproducción viral de la COVID-19, apuntó este lunes la empresa biotecnológica australiana que investiga su uso.

Ena Respiratory, que desarrolla este producto denominado INNA-051, indicó en un comunicado que las pruebas realizadas con hurones, coordinadas por el subdirector de la Sanidad Pública de Inglaterra, Miles Carroll, revelaron un 96 por ciento de efectividad.

La empresa australiana también indicó que el estudio, publicado este lunes en el portal de investigación biomédica bioRxiv, proporcionó evidencias de que la molécula sintética INNA-051 puede ser utilizada como un método de terapia antiviral preventiva y complementaria a los programas de vacunación.

El director gerente de Ena Respiratory, Christophe Demaison, dijo que las personas que se exponen al coronavirus "es muy probable que lo eliminen rápidamente con el tratamiento, lo que asegura que la enfermedad no se desarrolle más allá de los síntomas moderados".

Además de beneficiar a las personas más vulnerables, este aerosol, que se aplicaría una o dos veces por semana, también prevendría que las personas infectadas contagien a otros, agregó el ejecutivo de la empresa, que espera que las pruebas clínicas comiencen en menos de cuatro meses.

Ena Respiratory informó de que ha obtenido unos 11,7 millones AUD (8,25 millones USD o 7 millones EUR) de inversores locales para proseguir con los trabajos, a la espera de que se avance en los estudios de toxicidad y se obtengan los permisos correspondientes.