El Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) ha denunciado el incremento anual de hasta el 10 % en productos frescos, lo que dificulta la elección de alimentos saludables a la hora de hacer la compra y las campañas contra la obesidad.

Los expertos insisten además en no percibir la obesidad únicamente como un problema estético sino que trae aparejadas enfermedades crónicas como hipertensión, problemas cardiovasculares o diabetes, y reclaman la inclusión de la figura del nutricionista en el Sistema Nacional de Salud Pública.

CODiNuCoVa advierte, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad que se celebra el próximo 12 de noviembre, de la necesidad de impulsar políticas de Salud Pública y campañas de Educación Alimentaria para "poner freno a esta pandemia", que en España afecta a un 18,2 % de hombres adultos y a un 16,7 % de mujeres y cuya tendencia va en aumento.

Una de las principales reclamaciones del colectivo es que se facilite el acceso a la alimentación saludable y eso pasa -añade el colegio- por reducir los precios de productos frescos, como fruta, verdura, hortalizas y legumbres, entre otros.

La presidenta del CODiNuCoV, Paula Crespo, lamenta que los precios de este tipo de alimentos han aumentado hasta un 10,5 % en el último año, y advierte de que "no se trata solo de luchar contra los ultraprocesados, las grasas de mala calidad, el exceso de sal o el alcohol, sino de promover una cultura alimenticia basada en productos de calidad y en materias primas".

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el precio de la fruta fresca ha aumentado en un año un 10,5 %, las legumbres y hortalizas un 4,5 % interanual y la carne o pescado fresco alrededor de un 2 %.

"Comer sano no debería ser un lujo. Los factores socioeconómicos son muy relevantes, tanto por lo que se refiere a la esperanza de vida, como al perfil de las personas que padece una enfermedad como es la obesidad", afirma Luis Cabañas, secretario del CODiNuCoVa.

Según el último Informe del Consumo Alimentario en España correspondiente al año 2019 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español gastó ese año 125,50 euros al mes en alimentación dentro del hogar.

Comimos más bombones, leche enriquecida o platos preparados, entre otros, mientras que disminuimos el consumo de alimentos frescos como carne o pescado, una tendencia que, en opinión de los profesionales, se mantendrá mientras no se reduzcan los precios de las materias primas como verduras, huevos, legumbres, frutas o frutos secos.

Sobre el reciente anuncio por parte del Ministerio de Consumo de gravar las bebidas azucaradas, los dietistas-nutricionistas reconocen que es una buena medida para luchar contra la obesidad, pero que no ha de realizase en solitario.

" Hay que trazar un plan a largo plazo, una estrategia, para tener una repercusión 'crónica", añade Cabañas, quien propone "redirigir esa recaudación vía impuestos a iniciativas concretas que palíen el problema de la obesidad, como pueden ser campañas de educación alimentaria y políticas de Salud Pública y bajar los impuestos a los productos frescos o eliminarlos en la medida de lo posible".

El Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana lamenta además que España sigue siendo el único país de Europa sin dietistas-nutricionistas en los hospitales públicos.

"Si queremos educar a la población y enseñar a comer bien no debemos limitarlo únicamente a aquellas personas que puedan costearse este servicio", advierten Paula Crespo, quien defiende la figura del nutricionista como "esencial para mejorar la salud de nuestra población".