Mantener la limpieza, separar los alimentos crudos de los cocinados, cocinar bien los alimentos, mantenerlos a la temperatura adecuada y utilizar agua y materias primas seguras son las cinco claves que plantea la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mejorar la inocuidad de los alimentos.

Entre las 'reglas de oro' que engloban las cinco claves de la OMS para garantizar la inocuidad de los alimentos, se encuentra extremar la higiene a la hora de manipular los alimentos. Gestos tan sencillos como lavarse las manos, y mantener limpios los utensilios y equipos empleados en la preparación de los alimentos pueden marcar la diferencia entre ingerir un producto salubre y otro contaminado.

Otra medida que plantea la OMS en sus recomendaciones y que recuerda Sanidade es mantener separados los alimentos cocinados de los crudos para evitar que estos últimos puedan contaminarlos.

Para garantizar la inocuidad de los alimentos, hay que cocinarlos completamente para garantizar que todas las partes alcanzan los 70º C con el fin de eliminar todos los microorganismos peligrosos. Dentro de las recomendaciones para la correcta preparación de los alimentos está recalentar completamente la comida ya cocinada.

Asimismo, no hay que dejar los alimentos preparados a temperatura ambiente, especialmente en verano, ni tampoco descongelarlos fuera del frigorífico. A estas recomendaciones de la OMS, se añade la de consumir solo productos de los que se conoce su origen.