Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en España, con 120.000 defunciones anuales. Esto equivale a un 28,3 % de los fallecimientos, a los que se unen otros 10 millones de personas con enfermedades y patologías relacionadas con el corazón, según el Instituto Nacional de Estadística.

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el ictus o accidente cerebrovascular y la cardiopatía isquémica -infarto de miocardio- son las principales causas de mortalidad en el mundo, con más de 17,5 millones de muertes al año. Asimismo, la OMS estima que estas enfermedades seguirán siendo la principal causa de muerte en el mundo de aquí a 2030.

Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos que se clasifican entre: hipertensión arterial (presión alta), cardiopatía coronaria (infarto de miocardio), enfermedad cerebrovascular (apoplejía), enfermedad vascular periférica, insuficiencia cardíaca, cardiopatía reumática, cardiopatía congénita y miocardiopatías.

Además, este tipo de patologías suponen una de las principales causas de baja laboral entre los españoles - tras la lumbalgia, depresión y trastornos músculo-esqueléticos – y equivalen al 8 % del gasto sanitario en España, con más de 2.500 millones de euros.

Los factores de riesgo cardiovascular son los que se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Factores de riesgo cardiovascular

En este sentido, un estudio de la Fundación Española del Corazón reveló que el 57,6 % de los españoles padece al menos un factor de riesgo cardiovascular. Los expertos advierten que la combinación de diversos factores de riesgo aumenta considerablemente las posibilidades de sufrir una cardiopatía, algo que le sucede al 42 % de los españoles.

Sin embargo, un control exhaustivo de estos factores de riesgo podría ayudar a prevenir hasta el 80 % de las muertes prematuras.

El 42 % de los españoles padece varios factores de riesgo cardiovascular. ED

Entre los principales factores de riesgo cardiovascular, destacan:

- Colesterol. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200.

-Diabetes. El riesgo cardiovascular de una persona diabética de padecer un evento cardiovascular se iguala al de una persona no diabética que haya tenido un infarto.

-Hipertensión. La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular para hacer frente a ese sobreesfuerzo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. 

-Tabaquismo. La incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población.

-Herencia genética. Numerosos estudios han mostrado un componente genético en los casos de hipertensión, hipercolesterolemia familiar y diabetes de tipo2, factores relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

-Estrés. Se ha demostrado que existe un aumento del riesgo de infarto agudo de miocardio durante las dos horas siguientes a un episodio significativo de alteración emocional.

-Obesidad. Se estima que la hipertensión es 2,5 veces más frecuente en los obesos que en las personas de peso normal.

-Frecuencia cardíaca. Diversos estudios demuestran una asociación entre la frecuencia cardiaca y el riesgo de muerte. 

Chequeos cardiacos en Valencia para prevenir enfermedades cardiovasculares

Nuestro corazón, como ocurre con el resto del organismo, experimenta modificaciones en el curso del envejecimiento. Debido a ello, la prevalencia y la incidencia de la insuficiencia cardíaca se duplica cada década a partir de los 40 años

De este modo, una de las opciones más recomendadas por los profesionales sanitarios para prevenir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es la realización periódica de un chequeo cardiológico

Esta práctica, especialmente diseñada para aquellas personas que presentan factores de riesgo cardiovascular, permite profundizar en el sistema circulatorio, corazón y vasos sanguíneos, con el fin de evaluar su funcionamiento y prevenir la aparición de enfermedades. Así pues, los expertos afirman que estos procedimientos llegan a señalar alguna patología cardíaca en el 40 % de los casos.

“Un chequeo cardíaco, o revisión cardiológica, puede evaluar la salud del corazón de alguien que no está experimentando ningún síntoma. De esta manera, los signos de enfermedad coronaria se pueden detectar a tiempo y reducir las posibilidades de un evento cardíaco repentino", explica la doctora Catheline Lauwers, jefa del servicio de Cardiología de Quirónsalud Valencia. De este modo, la detección temprana puede permitir que se realicen cambios en el tratamiento y en el estilo de vida.

La medición arterial es una de las pruebas que se realizan en los chequeos cardiacos. ED

En este sentido, la Fundación Española del Corazón recomienda realizar una consulta con el especialista en cardiología a partir de los 45 años, incluso si se tiene buena salud. “Si se tienen factores de riesgo cardiovasculares, se deberían adelantar estos chequeos a edades más tempranas, a partir de la detección de estas anomalías, y realizar revisiones periódicas anuales o bienales”, advierte la doctora Lauwers.

Por otro lado, cabe destacar que los hombres por debajo de los 50 años tienen una incidencia más elevada de afecciones cardiovasculares que las mujeres, debido a que las hormonas femeninas ejercen un efecto protector. “Sin embargo, a partir de la menopausia esta defensa desaparece y aumenta significativamente el índice de enfermedades del corazón en la mujer, que representa el 30 % de los fallecimientos de mujeres en nuestro país”, subraya la jefa del servicio de Cardiología de Quirónsalud Valencia.

Tipos de pruebas en los chequeos cardiovasculares

Las pruebas más comunes que se llevan a cabo en un chequeo cardíaco incluyen:

- Análisis de sangre.

- Medición de tensión arterial y exploración física.

- Electrocardiografía (ECG).

- Ecocardiograma Doppler.

- Prueba de esfuerzo cardíaco.

- Holter de ECG de 24 horas.

- Monitoreo Ambulatorio de Presión Arterial (MAPA).

- Eco Doppler TSA.

De forma especial, en los pacientes de edad avanzada se deben descartar bloqueos del ritmo cardíaco y ciertos tipos de arritmias, como la fibrilación auricular. “Esta detección precoz se debe realizar a todos los pacientes mayores de 65 años para prevenir un gran porcentaje de ictus cerebrales”, añade la doctora Lauwers.

Consecuencias de la pandemia en la cardiología

Por otro lado, desde el inicio de la crisis por la covid-19 se ha evidenciado un incremento del 139 % en las muertes relacionadas por afecciones del corazón y de un 58 % en el número de personas que sufren paro cardíaco en sus hogares, según la Federación Mundial del Corazón.

Esto se debe, principalmente, al aplazamiento de citas, retraso o cancelación de procesos relacionados con la actividad en la cardiología intervencionista, que ha caído un 75 % entre la asistencia a las consultas médicas, chequeos y turnos hospitalarios.

En este sentido, algunos de los síntomas que se producen durante la infección por covid-19 son la alteración del sistema inmune, la inflamación y el aumento de la coagulación, que pueden agravar la situación de pacientes con enfermedades cardiovasculares crónicas y “aumentar el riesgo de infartos”, apunta la doctora Lauwers.

Respecto a las secuelas de la enfermedad, la cardióloga de Quirónsalud València asegura que estas “serán más importantes en pacientes que han tenido una enfermedad cardiovascular previa al coronavirus, pero también en aquellos pacientes que han retrasado su visita al cardiólogo o no han acudido a la misma”.

Así pues, ya se están realizando chequeos cardiacos en pacientes que han padecido una infección por coronavirus, especialmente si han presentado una neumonía o si persisten síntomas, como puede ser cansancio, disnea o dificultad para respirar, taquicardias o dolor de pecho.

¿Es necesario realizarse un chequeo médico antes de practicar deporte?

Durante los últimos meses, la pandemia y el confinamiento han propiciado un aumento considerable en el número de personas que practican deporte con asiduidad. 

Los expertos recomiendan acudir a una consulta médica antes de iniciar una actividad deportiva. ED

El ejercicio físico está considerado como una de las mejores rutinas para preservar la salud de las personas. Sin embargo, los expertos recalcan la importancia de acudir a la consulta de un médico para someterse a un chequeo previo al inicio de la actividad física, aunque no sea obligatorio.

El screening cardiovascular, o la valoración cardiovascular preparticipativa (VCVP), es la parte del reconocimiento médico deportivo orientada a detectar las enfermedades que predisponen a complicaciones cardiovasculares con el deporte. “El objetivo es prevenir la muerte súbita del deportista y reducir el efecto negativo que puede tener la actividad física en algunas enfermedades del aparato cardiovascular”, explica la doctora Lauwers.

Pese a que este tipo de chequeos están referidos, principalmente, a aquellas personas que participan en actividades deportivas organizadas, estas mismas recomendaciones pueden hacerse extensivas a la población de deportistas recreativos y a todos aquellos que quieren iniciar un programa de ejercicio físico.

Respecto a la frecuencia con la que se deben realizar estos chequeos, la doctora de Quirónsalud Valencia considera que “una frecuencia bianual parece razonable para la mayoría, aunque interesan seguimientos más estrechos en caso de hallazgos sospechosos o dudosos, cardiopatías que requieren seguimiento y siempre que haya nuevos síntomas de alarma”.

Consejos para disfrutar de una vida cardiosaludable

A continuación, les indicamos 10 recomendaciones para evitar convertirte en una víctima más de las enfermedades cardiovasculares y mejorar tu calidad de vida si ya has sufrido alguna de ellas:

- Practica una alimentación equilibrada y variada.

- Dedica 30 minutos diarios a ejercitar tu cuerpo.

- No fumes.

- Controla tu peso.

- Vigila la grasa acumulada en el abdomen.

- Comprueba tu tensión arterial.

- Revisa tus niveles de colesterol y glucosa.

- Conoce tu riesgo cardiovascular y cuál debe ser tu estilo de vida.

- Comparte tus dudas y problemas.

- Aprende a controlar tu estrés y ansiedad.