La cáscara de semillas de girasol es el único aditivo vegetal admitido por la legislación europea para la fabricación de utensilios de plástico destinados a entrar en contacto con alimentos. La mezcla del plástico con otras fibras vegetales, como el bambú, el maíz, la paja de trigo o el café para fabricar platos, vasos o cubiertos no está autorizada y podría causar la migración de sustancias peligrosas para la salud si fueran ingeridas, tal y como han podido comprobar en medio centenar de casos las autoridades sanitarias de la Unión Europea.

 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta contra este tipo de utensilios de plástico con bambú que se siguen vendiendo en algunas tiendas físicas, pero sobre todo en muchos comercios de internet, a menudo con alegaciones como “ecológico”, “compostable”, “biodegradable”, “natural” u “orgánico”. Alegaciones que además suelen ser falsas (salvo las que están certificadas), ya que son productos fabricados básicamente a partir de plástico. Otra característica común para poder identificarlos es la presencia de la palabra “bambú” en el etiquetado o la publicidad, utilizada como gancho al ser un término que resulta atractivo para los consumidores.

 

Por todo ello, lo más recomendable es desechar cualquier producto de este tipo que se tenga en casa. O si se acaba de adquirir, devolverlo pidiendo el reembolso del precio. Ahora bien, en el caso que se siga observando su venta, OCU anima a los consumidores a informar de ello al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Por cierto, la venta de utensilios alimentarios elaborados 100% a partir de bambú están autorizados en la Unión Europea y no suscitan ningún tipo de riesgo para el consumidor.

Por otro lado, estos productos plásticos que cuentan en su composición con elementos vegetales suelen usar ese origen para presumir de ser más “eco”. Así, es habitual que usen alegaciones como "compostable", "biodegradable", "natural", "ecofriendly"… pero en muchos casos estas afirmaciones no son ciertas. Y pese a utilizar sustancias de origen vegetal como aditivo, estos objetos no dejan de ser productos de plástico. Es más, en estos productos, las fibras vegetales son un aditivo, lo que hace que el plástico no sea reciclable y que el producto sea menos ecológico.

Así que, al problema que supone no tener certeza de su inocuidad, desde OCU debemos añadir que sus alegaciones de ecocompatible, biodegradable, reciclable.

Sin problema si son 100% bambú

Por lo general, la presencia de bambú y otros materiales vegetales en plásticos es algo que resulta atractivo para los consumidores. Los plásticos que contienen bambú se comercializan con bastante frecuencia como si fueran de bambú, cuando en realidad están hechos fundamentalmente de plástico (y el bambú u otras fibras vegetales se utilizan como relleno dentro de una matriz plástica). Para diferenciar unos de otros habrá que leer la composición y solo escoger productos 100% bambú.

  • Los materiales plásticos que contienen bambú (polvo de bambú) como aditivo y cuya composición mayoritaria es el plástico, no están autorizados, por lo que no son legales, y pueden suponer un riesgo para los consumidores.
  • Los utensilios 100% bambú, productos hechos de fibra de bambú sin modificar que ha sido cortada o moldeada están autorizados, son completamente legales y exentos de riesgos