En una sociedad que ensalza la juventud hasta límites insospechados, es cuanto menos curioso que no se cuiden ni publiciten determinados comportamientos cotidianos que nos hacen envejecer más rápido de lo que lo haríamos si desterrásemos estos hábitos de nuestro día a día. Son gestos sencillos que nos ayudarán a mantener la juventud durante más tiempo y que, aunque no obren milagros, nos permitirán envejecer mucho mejor.

Los hábitos que nos hacen envejecer más rápidamente son cinco, aunque con las nuevas costumbres que genera la vida actual, podrían extenderse a al menos otros tres más, ya que las nuevas tecnologías tienen muchas ventajas pero también implican mucho aislamiento y un constante bombardeo de luz azul que no nos ayudan en nada a frenar el proceso de envejecimiento. Estas son las costumbres que te hacen perder más velozmente la juventud, así que si las tienes, intenta rectificarlas.

Utilizar crema solar a diario nos protege del envejecimiento prematuro. Pexels/Anna Tarazevich

No usar crema solar a diario

No sólo por las manchas que surgen en la piel, sobre todo a partir de determinada edad, sino por el envejecimiento que acarrea una exposición prolongada al sol. La piel se vuelve más frágil debido a la luz ultravioleta y, a la larga, provoca un envejecimiento prematuro. Todos conocemos personas permanentemente bronceadas que, con el paso de los años, lucen un piel mucho más marcada por las arrugas que quien no ha tomado tanto el sol o se ha protegido la piel de los rayos solares. Es imprescindible utilizar crema solar de alta protección durante todo el año y todos los días para evitar este desgaste provocado por el sol. Además, este gesto nos protegerá también de un posible cáncer de piel.

Alimentación y ejercicio

Apostar por productos naturales en los que primen las frutas y verduras y desterrar alimentos con mucha azúcar, sal o elementos químicos siempre es una buena opción. A cualquier edad. Y no sólo para retrasar el envejecimiento, sino para mejorar el aspecto general de la piel o el peso corporal, ya que muchas veces no es tan necesario hacer dieta como vigilar qué comemos, en qué cantidad y cuándo. Practicar una rutina de ejercicios y llevar un estilo de vida activo es también fundamental para que nuestro cuerpo envejezca en buen estado, con unos músculos fuertes y un buen tono físico. No es necesario emplear horas y horas de gimnasio, sino que es suficiente con mantenerse activo y todo lo ágil que sea posible.

Estrés

Es uno de los grandes factores del envejecimiento prematuro. Provoca problemas de sueño, desgasta nuestro cuerpo y nuestra mente, destroza nuestras emociones y nos genera una ansiedad que pronto se ve en nuestra piel y en nuestros órganos. La constante descarga de adrenalina nos obliga a que nuestros niveles de alerta permanezcan siempre muy elevados, como si hubiese un peligro real para nuestra vida detrás de cada esquina, algo que antes o después pasa factura. Aunque no es tan fácil huir de estas situaciones, intenta vivir lo más tranquilamente que puedas, relativiza las cosas y apuesta por prácticas que puedan ayudarte a canalizar toda esa energía, como el yoga.

La actitud ante la vida

Es fundamental. Todos conocemos a personas de 20 años que en realidad son mayores y a personas mayores que son más jóvenes que algunos veinteañeros. Todo depende del cristal con el que se mira. Y quien afronta la vida con una actitud activa, independientemente de la edad que tenga, con optimismo y con ganas de vivir todo lo que sea posible y mucho más, es más fácil que se mantenga sano que una persona que apenas sale de casa y casi no se relaciona con nadie. De hecho, las relaciones sociales y personales son un factor importantísimo para frenar el envejecimiento prematuro ya que, como bien ha demostrado el aislamiento vivido durante la pandemia, el contacto entre personas es fundamental para nuestro bienestar físico y mental, puesto que el hombre es un ser eminentemente social.

El alcohol consumido en exceso nos resta juventud con el paso del tiempo. Pexels/cottonbro

El alcohol y el tabaco

Parece de sentido común. Y lo es. Todos sabemos lo perjudicial que resulta el tabaco y el consumo excesivo de alcohol y, aún así, hay muchísimas personas que fuman demasiado y que ingieren más alcohol del que deberían. El consumo de alcohol de manera leve u ocasional no está asociado al envejecimiento biológico, a diferencia de lo que ocurre con el tabaquismo, que provoca un envejecimiento prematuro de la piel, además de enfermedades tan graves como el cáncer.