Un pequeño ensayo clínico apoyado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos ha descubierto que comer durante la noche, como hacen muchos trabajadores por turnos, puede aumentar los niveles de glucosa, mientras que comer sólo durante el día podría prevenir los niveles más altos de glucosa que ahora se relacionan con una vida laboral nocturna.

Según los autores del estudio, los hallazgos podrían dar lugar a nuevas intervenciones conductuales destinadas a mejorar la salud de los trabajadores por turnos (reponedores de alimentos, trabajadores de hoteles, conductores de camiones, personal de primeros auxilios y otros), que, según estudios anteriores, corren un mayor riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad.

El nuevo estudio, que según los investigadores es el primero en demostrar el efecto beneficioso de este tipo de intervención en el horario de las comidas en seres humanos, ha sido publicado en línea en la revista 'Science Advances' y financiado principalmente por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), que forma parte de los NIH.

"Se trata de un estudio de laboratorio riguroso y muy controlado que demuestra una posible intervención para los efectos metabólicos adversos asociados al trabajo por turnos, que es un problema de salud pública conocido --explica la doctora Marishka Brown, directora del Centro Nacional de Investigación de Trastornos del Sueño del NHLBI--. Esperamos estudios adicionales que confirmen los resultados y comiencen a desentrañar los fundamentos biológicos de estos hallazgos".

Para el estudio, los investigadores reclutaron a 19 participantes jóvenes y sanos (siete mujeres y 12 hombres). Tras una rutina de preacondicionamiento, los participantes fueron asignados aleatoriamente a un protocolo de laboratorio controlado de 14 días que incluía condiciones de trabajo nocturno simuladas con uno de los dos horarios de comidas. Un grupo comió durante la noche para imitar el horario de comidas típico de los trabajadores nocturnos, y otro grupo comió durante el día.

A continuación, evaluaron los efectos de estos horarios de comida en sus ritmos circadianos internos. Éste es el proceso interno que regula no sólo el ciclo de sueño y vigilia, sino también el ciclo de 24 horas de prácticamente todos los aspectos de las funciones corporales, incluido el metabolismo.

Aumento del nivel de glucosa

Descubrieron que las comidas nocturnas aumentaban los niveles de glucosa -un factor de riesgo para la diabetes- mientras que restringir las comidas al día evitaba este efecto. En concreto, los niveles medios de glucosa de los que comían por la noche aumentaban un 6,4% durante el trabajo nocturno simulado, mientras que los que comían durante el día no mostraban aumentos significativos.

"Este es el primer estudio en humanos que demuestra el uso del horario de las comidas como medida para contrarrestar los efectos negativos combinados del deterioro de la tolerancia a la glucosa y la alteración de los ritmos circadianos resultantes del trabajo nocturno simulado", afirma el director del estudio, el doctor Frank A.J.L. Scheer, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y director del Programa de Cronobiología Médica del Hospital Brigham & Women's de Boston.

Los investigadores apuntan que los mecanismos que subyacen a los efectos observados son complejos. Creen que los efectos de las comidas nocturnas sobre los niveles de glucosa durante el trabajo nocturno simulado se deben al desajuste circadiano.

'Reloj' circadiano

Eso corresponde al desajuste entre el "reloj" circadiano central (situado en el hipotálamo del cerebro) y los ciclos de sueño/vigilia, luz/oscuridad y ayuno/comida del comportamiento, que pueden influir en los "relojes" periféricos de todo el cuerpo.

El estudio demuestra que, en particular, el desfase del reloj circadiano central con los ciclos de ayuno/comida desempeña un papel clave en el aumento de los niveles de glucosa. El trabajo sugiere además que los efectos beneficiosos de la alimentación diurna sobre los niveles de glucosa durante el trabajo nocturno simulado pueden deberse a una mejor alineación entre estos "relojes" centrales y periféricos.

"Este estudio refuerza la noción de que el momento en que se come es importante para determinar los resultados de salud, como los niveles de azúcar en sangre, que son relevantes para los trabajadores nocturnos, ya que suelen comer por la noche mientras están de turno", explica la codirectora del estudio, la doctora Sarah L. Chellappa, investigadora del departamento de medicina nuclear de la Universidad de Colonia (Alemania).

Para traducir estos hallazgos en intervenciones prácticas y eficaces sobre el horario de las comidas, los investigadores avisan de que se necesitan más estudios, incluso con trabajadores por turnos de la vida real en su entorno de trabajo típico.