Cada vez son más las personas que se preocupan por llevar una alimentación y un estilo de vida sanos. Una de las recomendaciones para seguir este propósito es reducir el consumo de pan, algo que puede ser difícil para muchos. Para este grupo de gente existen alternativas más saludables al pan hecho con trigo común.

Según los especialistas, el trigo mejor tolerado por el organismo es la espelta. Actualmente mucha gente ha optado por consumir productos que hechos a partir de esta semilla, pero lo cierto es que su consumo se remonta hasta el neolítico. De hecho, en la Coveta de L'Or, que se encuentra en València, han aparecido restos de espelta del Neolítico, cerca del 4.300 a.C.

Este cereal también se ha utilizado en el Antiguo Egipcio y en el Imperio Romano, donde elaboraban panes y gachas y promovieron su cultivo por toda Europa. Incluso en la Edad Media la espelta solo estaba al alcance de la clase alta, ya que las más humildes solo podían consumir pan elaborado a base de centeno.

El declive de su uso comenzó en el siglo XIX porque el grano está protegido por una corteza muy dura y necesita ser descascarillado antes de molerlo. Asimismo, el trigo común es más rentable y productivo que la espelta, así que el primero acabó desbancando a la segunda por razones productivas, pero no por tener mejores propiedades.

 

Es más, la espelta supera todos los beneficios del trigo común:

  • Tiene más proteínas. En concreto la espelta tiene alrededor de un 15% frente al 10% del trigo. Y no solo esto, sino que las que tiene son de mayor calidad biológica.
  • Tiene mucha fibra, algo que ayuda al tránsito intestinal y a las personas que estén tratando de perder peso. Por si fuera poco, la fibra que contiene la espelta retrasa la absorción de los hidratos de carbono, por lo que también está recomendada para personas diabéticas.
  • La espelta tiene más minerales que el trigo común, sobre todo magnesio, fósforo, hierro y zinc.
  • Este cereal contiene las vitaminas B, E y A. Al tener vitamina B12 ayuda mucho para prevenir o reducir el dolor de cabeza o las migrañas.

Por todas las propiedades que tiene, la espelta puede ayudar a las personas que tienen problemas cardiovasculares y colesterol, y también a las diabéticas o con obesidad. También mejora y fortalece el sistema inmunitario.