Ómicron, la última variante del coronavirus ha puesto en jaque a los servicios sanitarios al disparar los contagios entre la población, que se agravaron aún más por las pasadas fiestas navideñas, unas fechas en las que se incrementaron los contactos interpersonales.

La última desviación del virus apareció, además, en un momento de frío en el que también están presentes otras enfermedades infecciosas como el resfriado común y la gripe, aunque los síntomas de Ómicron difieren ligeramente de los de estas dolencias tan comunes en los meses más gélidos del año.

La nueva variante del covid, que ha desplazado a la mutación Delta, hasta entonces mayoritaria, es mucho más transmisible aunque, en principio, cursa con menos gravedad que sus predecesoras. A esto ayuda, en cualquier caso, el hecho de que gran parte de la población española esté ya vacunada, muchos ya con la tercera dosis o dosis de refuerzo.

Lo que sí se ha detectado es que, al ser tan contagiosa y existir una auténtica explosión de casos, Ómicron ha afectado en mayor grado a los niños que las variantes anteriores. De hecho, en la Comunitat Valenciana se quintuplicaron los ingresos hospitalarios de menores de 15 años con covid debido a esta última mutación. Los síntomas de Ómicron en niños son algo diferentes a los que se dan en adultos, de ahí la importancia de prestar atención a determinadas señales para intentar descubrir el contagio en sus inicios.

Síntomas de Ómicron: los 15 signos de un contagio.

Síntomas de Ómicron

Pese a que es una variante relativamente reciente y cada día surgen nuevos matices o nuevos signos de alerta sobre Ómicron, esta mutación del virus suele cursar con relativa benignidad y con unos síntomas que son bastante habituales o comunes entre los que se contagian.

Los síntomas más usuales de Ómicron son los siguientes:

  • Tos
  • Secreción nasal o mocos
  • Fatiga
  • Dolor de garganta
  • Dolor de cabeza
  • Dolor muscular
  • Fiebre
  • Diarrea
  • Sudores nocturnos
  • Dolor abdominal
  • Falta de apetito
  • Estornudos
  • Dificultad respiratoria
  • Reducción del gusto (en principio no se llega a perder del todo, como ocurría con anteriores variantes)
  • Reducción del olfato (sucede lo mismo que con el gusto)