El Colegio de Podólogos de Galicia recomienda proteger los pies durante el invierno evitando el uso de calzado que apriete, para favorecer la circulación, o el calor directo de estufas o bolsas de agua en esta zona del cuerpo.

Ante la llegada de las bajas temperaturas, los podólogos gallegos han recomendado a la población que opte por alternativas como baños de contraste con agua fría y caliente, frotar los pies con crema o mover las piernas para estimular la circulación.

Así, los podólogos aconsejan un calzado de suela de goma dibujada para poder aislar y proteger los pies del frío y la humedad y aumentar el agarre con el fin de esquivar los resbalones. Asimismo, recuerdan la importancia del que el calzado impida el acceso de agua del exterior y, al mismo tiempo, permita la transpiración desde el interior.

En caso de que la sensación de baja temperatura no desaparezca de los pies, los podólogos señalan que esta circunstancia puede indicar patologías de carácter neurológico como una neuropatía diabética o falta de sensibilidad en los pies; el fenómeno de Reynaud, en el que las arterias de los dedos de los pies reaccionan exageradamente a las diferentes temperaturas; lupus, arterioesclerosis o incluso fibromialgia, anemia, problemas de circulación sanguínea o hipotiroidismo.

Uno de los colectivos más afectados en invierno son las personas mayores, recuerdan desde el Colegio Profesional, con más problemas de circulación y vulnerables a los cambios de temperatura. Para ellos, los podólogos aconsejan evitar los cambios bruscos de temperatura, ya que el paso del calor de la calefacción al frío de la calle puede dañar la piel y provocar la aparición de sabañones.