El mal uso del móvil puede implicar peligro de siniestro aéreo o multiplicar por cuatro el riesgo de accidentes de tráfico y también puede abrir nuevas puertas a la piratería en el cine o estropear un espectáculo artístico, e incluso podría aumentar la posibilidad de sufrir cáncer, un extremo todavía en estudio.

El pasado 12 de enero el ruido de un teléfono móvil obligaba a interrumpir, por primera vez en la historia, un concierto de la Filarmónica de Nueva York, que no se reanudó hasta que el dueño apagó el terminal.

Sin embargo, por muy alto que se sitúe el valor de la cultura, probablemente no alcance a equipararse al del vuelo de la compañía Air France que despegó el pasado 4 de enero de Houston (Estados Unidos), con 228 pasajeros y 15 miembros de la tripulación a bordo y con destino a París.

El vuelo volvió al punto de partida como medida de seguridad al interferir en su sistema de comunicaciones un teléfono móvil cuyo propietario no pudo ser identificado.

Son ejemplos de que en el uso del móvil no todo son ventajas y a ellos se suma el potencial riesgo que supone para la seguridad vial: la Dirección General de Tráfico considera que hablar por el móvil mientras se conduce, aunque se use el manos libres, multiplica por cuatro las posibilidades de sufrir un accidente, dado que supone dejar de percibir casi la mitad de las señales de aviso.

A pesar de ello, y de que según la DGT la mortalidad descendería al menos un 7% si nadie usara el móvil mientras conduce, miles de ciudadanos son denunciados cada año en España por hacerlo, incluso sin utilizar mecanismos de manos libres.

Aunque hablar por teléfono usando el manos libres es legal, Tráfico recomienda no hacerlo porque distrae al conductor, uno de los principales factores explicativos de las colisiones frontales, segunda causa de muerte en accidente de tráfico en España.

Nuevas oportunidades

Llevar el móvil pegado a la oreja mientras las manos están al volante es una falta muy grave contra la seguridad vial, pero eso no supone que haya que considerar a esta nueva tecnología una amenaza para el tráfico.

De hecho, el Real Automóvil Club de España (RACE) cree que en los próximos diez años se pueden reducir los accidentes de tráfico entre un 15 y un 20 por ciento si aplicamos la tecnología móvil a la seguridad vial, y por ese motivo ha lanzado una aplicación gratuita que ofrece información a los conductores.

Al mismo tiempo, en los aviones sólo está permitido el uso del móvil mientras las puertas del avión están abiertas, pero una reciente orden ministerial abre la posibilidad de hablar y enviar mensajes a los pasajeros, aunque con la excepción del despegue y el aterrizaje.

El Mobile Communication on Aircraft, un servicio disponible a bordo de aeronaves en vuelo a alturas superiores a los 3.000 metros sobre el suelo, lo hace posible para los pasajeros abonados a un operador de comunicaciones que lo ofrezca.

"Piratería" en el cine

En las salas que acogen espectáculos de nuestro país se ha extendido la práctica de dar un aviso pidiendo a los espectadores que apaguen los móviles, las alarmas de los relojes y similares, aviso que en el caso del cine casi siempre está patrocinado por una u otra marca de telefonía móvil.

Sin embargo, los avances de las nuevas tecnologías, y en concreto de las cámaras de los teléfonos móviles, están moviendo al sector a investigar sistemas de identificación de puntos de iluminación en las salas de cine.

Con estos sistemas, cuyo diseño está bastante avanzado en Estados Unidos, se podrá identificar y combatir a quienes intenten grabar ilegalmente las películas para su venta en el mercado negro o "pirata", han informado a Efe fuentes de la Federación de Cines de España (FECE).

Posible riesgo de cáncer

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), llegó a la conclusión el pasado mes de mayo de que el uso de teléfonos móviles puede estar relacionado con un aumento del riesgo de sufrir cáncer, un asunto que lleva abierto al debate desde hace años y que todavía debe ser aclarado por completo.

Así, el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencia y Salud (CCARS), un grupo independiente, defendió poco después de la publicación del anterior estudio la necesidad de hacer nuevas investigaciones a largo plazo para rechazar o confirmar esta asociación.

En cualquier caso, la OMS advierte de que el riesgo de incremento de las posibilidades de sufrir cáncer cerebral por el uso del móvil aumentaría, de confirmarse, en caso de un uso intensivo como sería, por ejemplo, hablar una media de 30 minutos diarios durante diez años.