La Oficina Federal de Investigaciones de EEUU (FBI) ha divulgado este jueves un archivo con datos que recabó sobre el cofundador de Apple Steve Jobs en el que se menciona entre otras cosas su ya conocido uso de drogas en su juventud y una amenaza de bomba contra él.

El archivo, de 191 páginas y divulgado bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA), se compiló bajo la presidencia de George Bush padre porque el gobernante barajaba en 1991 la posibilidad de nombrar a Jobs presidente del Consejo de Exportaciones estadounidense.

En 1985, según los documentos, alguien trató de chantajear a Jobs al exigirle un millón de dólares a cambio de no explosionar varios aparatos colocados en su casa y en las de otros tres empleados de Apple.

Finalmente, la persona que estaba detrás de la amenaza fue localizada en un hotel cerca del aeropuerto de San Francisco (EEUU).

En cuanto a las drogas, Jobs admitió en una entrevista en 1991, días antes de su boda, que en su juventud había probado el hachís y el LSD.

Según el FBI, algunos de los entrevistados pusieron en tela de juicio la integridad personal del empresario y dijeron que era difícil trabajar con él.

El archivo aclara que el cofundador de Apple no se enfrentó a ninguna condena por delitos serios, pero también menciona el uso de drogas y cuestiona la "honestidad" del empresario informático.

"Varias personas hablaron sobre el uso de drogas de Jobs en el pasado. (...) El señor Jobs también comentó sobre su consumo de drogas", dice una cita de la investigación, que seguidamente añade que algunas personas de su entorno cuestionaron su honestidad.

"Varias personas cuestionaron la honestidad del señor Jobs, afirmando que Jobs no diría toda la verdad y distorsionaría la realidad con el fin de lograr sus objetivos", agrega el FBI.

Pese a esas dudas, los autores del informe indicaron que no veían razones que impidieran que se ofreciera a Jobs el cargo al frente del Consejo de Exportación.

Para la elaboración del informe sobre la idoneidad de Jobs para el posible nombramiento el FBI entrevistó a una treintena de personas, entre ellas vecinos y colegas de trabajo.

El informe menciona, no obstante, que aunque se entrevistó a algunos trabajadores de Apple, esa empresa "se ha mostrado poco cooperativa en lo que respecta a proporcionar la ayuda requerida por el Departamento Legal".

En aquel entonces, Jobs había dejado Apple y era el presidente de Next y presidente y consejero delegado de la compañía de animación Pixar.

Entrevistar al propio Jobs para el informe tampoco fue fácil, según ponen de relieve los agentes del FBI, que indican que su secretaria les informó de que él no estaría disponible durante tres semanas y no podía conceder al encargado del caso "ni una hora".

El archivo también señala que, "según los antecedentes proporcionados por el señor Jobs, no tiene familiares cercanos que residan en países controlados por comunistas".

Jobs murió el 5 de octubre de 2011 a los 56 años tras una larga batalla contra el cáncer que le había obligado en agosto a renunciar a su puesto como consejero delegado de Apple.