Es más difícil perseguir un delito cometido en Facebook, Twitter y otras redes sociales radicadas en Estados Unidos que en sitios españoles como Tuenti debido a que responden a legislaciones distintas y a que su cooperación con la Policía Nacional difiere.

Los delitos cometidos en las redes sociales responden a los mismos tipos penales que en la vida real (coacciones, amenazas, insultos, usurpación de identidad), pero tienen lugar en un nuevo escenario y las autoridades se encuentran con diversas trabas para esclarecerlos.

Una de ella es la aplicación territorial de las leyes: una empresa de Internet, pese a operar en decenas o cientos de países, responde a la legislación del Estado donde tiene radicada su base social.

El responsable de redes sociales de la Policía Nacional, Carlos Fernández Guerra, ha explicado en una entrevista con Efe que esta situación hace que sea más difícil perseguir el mismo delito en Facebook y Twitter -que responden a leyes californianas- que en Tuenti.

Fernández Guerra ha sostenido que la Policía mantiene una colaboración "directa y plena" con la red social española, mientras que la cooperación de Facebook es "mucho más lenta" y la de Twitter, prácticamente inexistente, ya que ni siquiera cuenta con una sede europea.

El responsable jurídico de Tuenti, Óscar Casado, ha denunciado que, además de una desventaja competitiva para las empresas, la aplicación territorial de las leyes genera un problema para los ciudadanos europeos que ven que sus derechos no pueden ser protegidos en Europa, sino por leyes de privacidad y protección californianas que son "muy vagas".

Facebook, contactada por Efe, no ha querido hacer ninguna valoración.

Rafael Achaerandio, experto de redes sociales de la consultora IDC, está convencido de que la legislación nacional e internacional se va a reforzar en un plazo medio de tiempo porque en Internet "queda mucho por regular" y "las leyes no están a la altura" para hacer frente a las nuevas realidades.

En la actualidad, la Unión Europea está trabajando en la reforma del Marco Europeo de Protección de Datos -de 1995- para conseguir que se apliquen las normas europeas a toda empresa que ofrezca sus servicios a ciudadanos de la UE, pese a que procese sus datos personales en otros países.

Esa normativa también instará a las empresas a notificar a la "autoridad nacional de control" toda violación grave de datos "lo antes posible" y contemplará una nueva directiva sobre transmisiones de datos para la cooperación judicial y policial.

Además de la legislación, el anonimato es otro impedimento para la persecución de delitos en la red. El experto jurídico de Tuenti ha reconocido que esconderse tras un pseudónimo "da alas" para delinquir y que en ocasiones la tecnología dificulta la identificación de las personas.

Para frenar los excesos, las redes sociales cuentan con mecanismos de autorregulación: así, los propios usuarios pueden denuncian irregularidades y abusos.

Tuenti recibe una media de 15.000 notificaciones de conductas inapropiadas y cuenta con equipo que decide, según la gravedad de la situación, si mediar en el conflicto entre usuarios o si dirigirse directamente a la Policía. Facebook tiene un sistema similar.

Otro elemento de autorregulación es la actitud del propio usuario al relacionarse y exponerse en las redes sociales.

El experto de redes sociales de IDC ha criticado que los internautas no sean más precavidos a la hora de publicar información personal cuando no son conscientes de quién puede usarla y para qué y les ha recriminado por aceptar condiciones de uso "draconianas".

"Hemos prostituido nuestro dato, le hemos comunicado nuestra información al mundo de forma gratuita. Esa información tiene un valor comercial, las empresas pagan mucho dinero por entender bien a los consumidores", ha sostenido.

Además, ha alertado de que "no nos podemos hacer una idea de los usos malintencionados" que se le pueden dar a los datos: "A medida que las redes vayan madurando (...) habrá casos más preocupantes que harán que la sociedad, los políticos y la regulación actúen".

En la actualidad, según la Policía Nacional, los delitos más comunes en las redes sociales son las amenazas, la usurpación de identidad y la publicación de información privada, como puede ser colgar una "foto inapropiada". Casado, de Tuenti, cita otras variantes de ciberacoso: el "grooming" y el "ciberbullying".