Llega Fire Phone, el dispositivo móvil con el que Amazon pretende hacerse un hueco en el disputadísimo mercado de los teléfonos inteligentes. El dispositivo cuenta con una pantalla de 4,7 pulgadas y una resolución de 720 píxels, cubierta por una lámina Gorilla Glass 3 de alta resistencia, cuyo mayor atractivo es, sin embargo, su función de mostrar contenidos en tres dimensiones. Para lograr el efecto tridimensional, Fire Phone detecta en todo momento desde dónde está mirando el usuario la pantalla, y modifica la visualización en función de la perspectiva.

En la pantalla se pueden ver, además, vídeos de alta calidad gracias a sus dos altavoces con Dolby Digital Plus surround, aunque el dispositivo también viene con cascos de alta calidad diseñados para ser cómodos: cuentan con cable plano y cuando no se usan se acoplan entre sí para ocupar menos espacio y no enredarse.

En cuanto a la cámara de fotos, su sensor es de 13 megapixels y cuenta con estabilizador. Los compradores del Fire Phone no tendrán además que preocuparse de dónde guardar las fotos, porque Amazon ofrece almacenamiento ilimitado en la nube. Para gestionar todas esas funciones, su corazón esconde un procesador de cuatro núcleos de 2,2Ghz, y 2 gigas de RAM.

En principio el teléfono se venderá sólo en Estados Unidos, y sólo para aquellos clientes que contraten su servicio con la operadora AT&T. Apostando por su mejor baza en el mercado, Amazon ha integrado en el Fire Phone muchos de sus servicios audiovisuales: Instant Video, Second Screen, el servicio de música en streaming Prime, o la librería virtual para Kindle.

Amazon estrena además una aplicación llamada Firefly. Se trata de un programa que se inicia desde un botón específicamente reservado para ello, y que es capaz de reconocer prácticamente de todo mediante la cámara de fotos: libros, direcciones web, números de teléfonos, e incluso obras de arte.

Pero como señalan desde Amazon, Firefly también escucha, y es capaz de distinguir no sólo canciones sino también series de televisión. Y todo ello con el objetivo de que, una vez se haya pasado la información visual o sonora por el tamiz de la red, el usuario pueda realizar sus compras con mayor facilidad, entre otras utilidades.