Durante estos días España se convierte en la capital mundial de la telefonía móvil. El Mobile World Congress congrega a más de 90.000 personas y más de 500 empresas del sector para celebrar los avances tecnológicos en materia de telefonía móvil, el amigo más inseparable y que ya se ha convertido en objeto de deseo por parte de consumidores y ladrones especializados, según afirma Francisco Canals, periodista especializado en ciberdelitos.

Según la Secretaría de Estado de Seguridad durante el último año se produjeron 279.319 denuncias por sustracción de móviles (lo que equivale a 1 móvil robado cada 2 minutos). Los robos aumentaron un 19% desde el último ejercicio. Por comunidades Madrid (33%), Cataluña (29%) y Castilla La Mancha (27%) son las comunidades con mayor robo de móviles según la Abogacía Española.

Las mujeres sufren el robo de móviles con mayor frecuencia (28% por el 23% de los hombres), según un informe de Cppdirect.com. El 24,44% de todas las peticiones a empresas de seguros guardan relación con el robo y sustracción de terminales. En España ya existen 56.000.000 de teléfonos móviles y el 44% de la población española ya posee un móvil inteligente. Tener un teléfono de última generación es símbolo de status, independencia y modernidad.

En la mayor parte de casos se trata de robos al descuido ya que es frecuente ubicar el móvil en mesas de bares, mostradores de comercios o asientos de transportes públicos mientras se realizan otras tareas. No obstante, también han proliferado grupos organizados dedicados al robo masivo de móviles mediante el método del alunizaje. Su modus operandi es siempre el mismo.

Empotran un coche contra el escaparate de un comercio de telefonía para llevarse los smartphones en cuestión de segundos. Se trata de un negocio “fácil” ya que el precio medio de un móvil ronda los 250 euros. Se colocan fácilmente en el mercado negro o se envían a otros países donde se comercializan ocultando su procedencia.