n Con cada lanzamiento de un nuevo Galaxy S, la serie de más alta gama de la coreana Samsung, el mundo tecnológico se paraliza. Y posiblemente en la edición de este año había más expectación que nunca ya que el fiasco provocado por el Note 7 el pasado año obligaba a que todas las miradas estuvieran puestas en el anuncio que Samsung hizo en Nueva York el miércoles. Una semana antes de la presentación oficial, Diario de Mallorca tuvo acceso anticipado al teléfono del momento en un evento privado realizado en Londres en el que tuvimos la oportunidad de probar un teléfono que es mucho más de lo que parece.

El primer elemento diferenciador con su predecesor, el Galaxy S7, está en la parte frontal. Pese a que el teléfono es casi idéntico -tanto por el tamaño como por los bordes redondeados, tan característicos de los últimos Galaxy S-, la pantalla tiene unas mayores dimensiones, pasando a ser de 5,8" frente a las 5,5 que tenía el S7. Este aumento se ha consguido gracias a una ingeniosa forma de colocar los botones de control del sistema Android: dentro del propio cristal. Lo han llamado Infinity Display. Los botones de inicio, regresar y el de las aplicaciones recientes que están ubicados en la parte inferior del teléfono, ahora están dentro de la pantalla, y desaparecen en función de lo que estamos haciendo con el teléfono. El ingenioso sistema permite que el uso multimedia del dispositivo sea mucho más amable y se disfrute más de la pantalla Super Amoled y su resolución QHD.

Otras novedades como la posibilidad de ver varias aplicaciones a la vez, o disfrutar de una película mientras estamos tuiteando, son algunas características que complementan un nutrido ecosistema de accesorios y funcionalidades que le dan nuevos aires a este teléfono. Una de esas funcionalidades es Bixby, un nuevo software de aprendizaje contextual que funciona a modo de asistente personal. Este programa aprende de los usos del teléfono, y con el tiempo se va anticipando a lo que el usuario quiere hacer. Además, es capaz de reconocer e identificar objetos, de forma que si hacemos una foto de un monumento nos dará información sobre la obra, e incluso nos ofrecerá la posibilidad de comprar cualquier otro objeto que fotografiemos. Y todo gestionado por la voz.

El Galaxy S8, que llegará a nuestro país el 28 de abril, tiene un ´hermano mayor´ en el que tanto la pantalla como el tamaño han crecido junto a la capacidad de la batería. Absolutamente todas las más modernas tecnologías que un teléfono pueda llevar a día de hoy -salvo la cámara dual- están presentes en estos móviles. Desde la carga inalámbrica y ultra rápida hasta la posibilidad de desbloquear el teléfono con el iris o la resistencia al agua y al polvo se añaden a un dispositivo potente, rápido y muy bien construido. El primer contacto fue más que satisfactorio, muy sorprendente y mejor de lo esperado. Ahora solo falta saber cómo se comportan ambos en el día a día. Será el momento de la verdad.