El informe PISA alerta de que siete de cada diez adolescentes españoles se sienten «realmente mal» si no tienen conexión a internet. Esta dependencia puede incrementarse todavía más en verano porque los jóvenes tienen más tiempo libre. «Cuando las horas de conexión o el uso afectan la vida y las relaciones —no dormir lo suficiente, llegar tarde a las citas...—, hay que preocuparse», alerta el profesor de Psicología y director de desarrollo del eHealth Center de la UOC, Manuel Armayones. El experto da cinco pautas para que los adolescentes hagan un uso racional de internet durante las vacaciones.

1. Conectarse poco

A pesar de que no hay estudios que dictaminen cuál es el tiempo máximo recomendable de conexión a internet, Armayones recomienda que se acote según la edad y el uso. «Cuanto más pequeños, más claras deben ser las normas», puntualiza. En el caso de las vacaciones de verano —recomienda—, cuantas menos horas mejor, porque así los jóvenes las aprovechan para hacer relaciones personales y para disfrutar de experiencias que no dependan de una pantalla. «El uso del móvil debería limitarse para organizar actividades presenciales», afirma.

2. Acceder siempre a la misma hora

El experto recomienda establecer un horario de conexión a internet. «Esto implica que padres e hijos lo han hablado y ha habido una negociación».

3. Restringir el acceso a algunos webs

Hay que dejar claro desde un inicio en qué páginas web pueden entrar y en cuáles no. «Los jóvenes, además, no deben utilizar contraseñas, deben tener los teléfonos abiertos, y las conexiones y los lugares físicos desde donde se conecten tienen que estar controlados por sus padres», añade.

4. Dejar el móvil en un lugar común por la noche

«A las once de la noche un niño de diez años no necesita un móvil para nada», deja claro Armayones. Una buena opción por la noche es apagar el dispositivo y dejarlo en un lugar común, como el comedor o la cocina. «Esto nos permitirá asegurarnos de que descansan el tiempo suficiente y, a la vez, puede ayudar a generar hábitos, como la lectura», apunta el experto.

5. Los padres tienen que dar ejemplo

«Si quitas el móvil a tu hijo y tú miras el WhatsApp, no le das buen ejemplo», dice Armayones. En este sentido recomienda que el compromiso de desconexión sea mutuo. Se puede hacer, por ejemplo, en forma de juego. «Así los padres también aprovechan para realizar desintoxicación digital durante las vacaciones».

El director de desarrollo del eHealth Center de la UOC destaca precisamente la importancia de que los mayores también desconecten de la red en verano. Para conseguirlo también da cinco consejos.

1. Cerrar los temas pendientes en los primeros días

En los dos o tres primeros días de vacaciones se puede dedicar un rato corto a comprobar que todo queda cerrado: mensajes, entregas... «Es importante que no haya una interrupción brusca y que durante los primeros días realicemos un trabajo consciente de prepararnos».

2. Informar de que estaremos de vacaciones

Hay que programar los dispositivos para avisar de que, excepto para urgencias, estaremos unos días desconectados. Para hacerlo, se pueden utilizar los avisos del correo electrónico o se puede cambiar el estado del WhatsApp.

3. Invisibilizar las apps relacionadas con el trabajo

Hay que suprimir de la pantalla principal del móvil las aplicaciones relacionadas con el trabajo (los calendarios, el correo electrónico profesional, las herramientas de gestión de información y tiempo, etc.) y ponerlas en un segundo nivel.

4. Hacer limpieza y liberar la memoria digital

La limpieza y el orden son importantes tanto en el punto de trabajo físico como en las herramientas tecnológicas. Hay que liberar la memoria del móvil, eliminando apps que no utilizamos, archivos y cualquier elemento que condicione el tiempo de descanso.

5. Salir sin móvil o llevarlo desconectado

En caso de que se deba llevar, es importante adquirir el compromiso con las personas de nuestro alrededor de dedicar la atención mínima posible al móvil.