Resumir un año informativo siempre es difícil. Y si esa información es tecnológica, la dificultad aumenta exponencialmente ya que el ámbito de acción de lo digital a día de hoy afecta prácticamente a todo lo que nos rodea. En el sector de la telefonía ha sido un año realmente bueno. Pese a que ya nos hemos acostumbrado a que los principales fabricantes presenten un buque insignia cada año, al menos en 2017 han sido más innovadores de lo habitual. El iPhone X de Apple y su novedoso reconocimiento facial ha ido acompañado de otras innovaciones como el zoom inteligente del LG V30 o el procesador con capacidades de inteligencia artificial del Huawei Mate 10. Samsung por su parte ha demostrado que, pese a los problemas del pasado, saben levantarse tras tropezar. Su Galaxy Note 8 es, de lejos, el mejor teléfono que jamás han fabricado y que, junto con el Galaxy S8 tiene un ´pequeño´ problema de diseño que a un servidor le ha provocado algún problemilla: el sensor de huellas dactilares colocado en la parte trasera, junto a la cámara, es algo a mejorar.

Hablando de cámaras, este año hemos visto cómo las de 360º han empezado a utilizarse más. Los contenidos en vídeo -es el lenguaje informativo del futuro- con la inmersiva capacidad de los 360º son espectaculares. Y abren el camino a una realidad virtual que lo va a inundar todo.

Este ha sido también un año increíble para los videojuegos. El nacimiento de la Nintendo Switch ha sido uno de los grandes acontecimientos del año. Con 10 millones de unidades vendidas en ocho meses ha sido un exitazo, y uno de sus juegos franquicia, el último Zelda, se ha llevado el GOTY al mejor videojuego del año. Pero 2017 no ha estado exento de problemas. Y la mayoría han venido del mismo sitio: la ciberseguridad. O más bien, la falta de ella.

Hasta siempre...

El icónico iPod, el reproductor MP3 que cambió la industria musical desde sus cimientos, sufrió este 2017 la jubilación definitiva de dos de sus más bellos ejemplares: el Shuffle y el nano. Los más pequeños de la familia iPod, creados por Apple en 2000 y 2006 respectivamente, se convierten así en objetos tecnológicos vintage solo para nostálgicos de la historia de la música digital. Otra triste despedida fue la del huevo de los avatares de Twitter. Bueno, vale, no es una gran pérdida teniendo en cuenta que aparecía en aquellos perfiles que no tenían foto propia y eso apenas duraba unos días. Pero era tan fácil reconocer a los trolls... Otras pérdidas a destacar: la del programa de edición de vídeo Movie Maker o el famoso Paint, ambos de Microsoft. No suponen el fin de la civilización, pero hay que reconocer con nostalgia que pasamos muchas horas utilizándolos y les echaremos de menos. Aunque solo sea un poquito.