Los emoticonos que utilizamos a lo largo del día en WhatsApp o en las redes sociales nos ayudan a expresarnos y a transmitir mejor nuestros sentimientos. Pero además, estos símbolos son capaces de mostrar rasgos de nuestra personalidad que nunca hubiésemos imaginado.

En la actualidad existen diversos estudios que confirman la utilidad de los emojis. Dichas investigaciones suelen centrar sus análisis en dos perspectivas distintas: Las intenciones detrás de quién envía los emoticonos y cómo los destinatarios los perciben. Porque aunque te cueste creerlo, el 25% de los emojis se malinterpretan.

El emoticono que representa a una cara sonriente con la boca abierta y los ojos cerrados es de hecho el que más lleva a confusión. El 44% de los participantes en un estudio de la Universidad de Minnesota aseguraron que significaba algo negativo, frente al 54% que lo vio como positivo.

Silvia Siveira, profesora de Psicología y de Comunicación de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), destaca la importancia del contexto para entender un mensaje: "Si el emisor o el receptor no comparten el mismo universo simbólico o códigos culturales, los mensajes pueden interpretarse mal".

Pero unos investigadores de la Universidad de Rochester (2017) fueron un paso más allá y analizaron la relación entre el uso de los emoticonos y la personalidad. En su investigación analizaron 1.130 millones de ´tuits´ de 352.000 usuarios y llegaron a las siguientes conclusiones.

  • Las personas introvertidas son las que utilizan más emoticonos. Según Eulàlia Hernández, también profesora de Psicología de la UOC, esto se debe a que "les gusta más la ambigüedad y no quieren dar mensajes explícitos. Si ´hablan´ con emoticonos parece que no se muestran tanto".
  • Las personas amables tienden a utilizar más los emoticonos con corazones o las caras lanzando besos.
  • Los emoticonos de sonrisas amplias, guiños o las caras con gestos expresivos están vinculados a las personas más extrovertidas.
  • Por el contrario, las personas emocionalmente inestables suelen utilizar los emoticonos con gestos de exageración, como el rostro con los ojos en blanco o el que llora un mar de lágrimas.