Los dispositivos tecnológicos que fueron clave durante el apagón: de la radio al 'power bank'

Durante unas horas, el gran apagón que dejó a España y Portugal a oscuras también devolvió a ambos países al siglo pasado. Sin redes a las que conectarse, las telecomunicaciones quedaron suspendidas e Internet se evaporó. Los teléfonos móviles a los que estamos enganchados pasaron a ser un objeto fútil, sin más utilidad que retratar la anomalía de un día que expuso nuestra drástica dependencia de todo lo que se alimenta del suministro eléctrico.

Esa vulnerabilidad fue también reveladora. Ayer, la tecnología digital colapsó, pero la tecnología analógica se mantuvo a flote, sustentando con ella a miles de ciudadanos que la usaron para mantenerse en contacto con el mundo, orientarse, desplazarse y, en definitiva, para calmar la ansiedad ante un serio momento de incertidumbre social.

Este insólito lunes resucitó una serie de dispositivos que parecían olvidados, como las pilas y las linternas, y devolvieron al primer plano a otros que podían haber quedado en un segundo plano, como los teléfonos fijos o los hornillos de gas. Incluso pueden popularizar aparatos electrónicos como las baterías externas (o power banks, en inglés), así como artilugios de mensajería que no necesitan ni tarjeta SIM ni conexión a la red como los 'buscas' o algunos walkie-talkies.

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Sin embargo, estos son los tres que dispositivos que protagonizaron la jornada de ayer.

Radios

Desde Madrid y Barcelona hasta los pueblos más pequeños, las plazas públicas congregaron ayer a decenas de personas preocupadas que querían saber qué estaba pasando. Todas ellas se reunieron alrededor de pequeños transistores para escuchar lo que se decía en la radio, una imagen que parecía de otro tiempo.

La radio sobrevivió ayer al apagón eléctrico gracias a que usa equipos electrógenos, motores de combustión interna que se alimentan de combustibles fósiles y que generan la electricidad necesaria para que las ondas radioeléctricas lleguen desde la emisora a los transistores.

La mayoría de smartphones no pudieron usarse para escuchar la radio FM, pues esa función se desterró hace años de los modelos más nuevos. Quizás apagones como los de ayer logran reincorporar este soporte. La empresa china Xiaomi es de los pocos fabricantes de móviles que sigue incluyéndolo.

Generadores de energía

Hospitales, aeropuertos, empresas estratégicas e incluso las cárceles del país siguieron ayer operativas en gran medida gracias a que disponían de generadores de energía de reserva, una máquina capaz de transformar la energía mecánica en eléctrica, indispensable esta última para la conectividad. Para entenderlo: es el proceso inverso que el que ejecuta el motor de un coche eléctrico, que transforma la energía eléctrica en movimiento del vehículo, eso es, en mecánica.

Muchos de los generadores eléctricos funcionan alimentándose con gasolina o diésel, de ahí que algunos particulares aprovechasen para acudir a las gasolineras y abastecerse de más recursos, por si el apagón se alargaba varios días.

Dinero en efectivo

La caída de la red eléctrica arrastró consigo a los sistemas de pago electrónicos, desde las tarjetas de crédito a los métodos íntegramente digitales como PayPal o Bizum. El blackout devolvió a España y Portugal a la época en la que solo se pagaba con dinero en efectivo, algo impensable para las generaciones más jóvenes.

Eso llevó a que muchos quisiesen sacar cash y a la formación de largas colas ante los pocos cajeros automáticos que estaban operativos. En casos particulares, algunos comercios optaron por no cobrar directamente sus productos a clientes conocidos y habituales y apuntar sus adquisiciones con boli y papel para procesarlas una vez se recuperase la normalidad.