Si te gusta la tecnología seguro que ya has oído hablar del último título del estudio parisino Quantic Dream para Sony Computer Entertainment. Y si te gustan los videojuegos seguro que ya has leído por ahí como, con más o menos dureza, ponen el juego de vuelta y media.

Pero… ¡Ay! -suspiro, no grito de dolor- que el inconformista antisistema que llevo dentro -pero muy dentro, no te creas- no está de acuerdo. No me voy a enredar en si el juego es mejor o peor, en si es un juego lento o rápido. Me voy a enredar en decirte que estamos ante uno de los mejores juegos de la historia. Pero desgraciadamente se han adelantado a su tiempo. Beyond lleva el entretenimiento digital más allá. Mucho más allá.

Y es que nunca se había producido como en este caso el fenómeno del juegoespectador. ¿Cómo que en qué consiste? Pues muy sencillo. Yo juego y tú me miras cómo juego. Lo sé. Eso es aburrido, y mucho. Pero no con Beyond. Con este título de repente te encuentras a tu mujer viendo cómo juegas, o más bien, viendo cómo se desarrolla la historia. De repente se acomoda, coloca los cojines del sofá de forma que esté más a gusto, estira las piernas y empieza a ver esta película con forma de videojuego.

Y la experiencia dura un buen rato. Y dejas de jugar. Y te increpa. “¿Por qué paras? Está muy interesante”. Y eso te lo dice el espectador, que en ningún momento ha tocado el mando. Que ni sabe cómo funciona. No cabe duda de que ha nacido un nuevo modo de jugar, una nueva forma de entender el entretenimiento digital. Te podrá gustar más o menos, pero lo que te aseguro es que si eres capaz de terminar Beyond dos almas te vas a poder dar el gustazo de volver a empezar para seguir otro camino y jugar a un juego totalmente distinto. Dicen que hasta 32 veces distintas.

No en vano, este juego es en realidad una película, en la que se han utilizado dos pedazo de actores como protagonistas -Ellen Page y Willem Dafoe- y se ha cuidado hasta el último detalle -la banda sonora es soberbia-. Atentos a las fotos que os dejo abajo, en el que se ve el proceso de captura de los actores. Es alucinante.

Y cuidadito al sistema de interacción con el iPhone y el iPad a modo de mando de juego. Es la bomba. Pero eso lo dejo para otro día.