El barco el Paraíso, con su patrón Pedro Guzmán al frente, ha partido este miércoles desde el puerto del Grau de Castelló sobre las 5.00 horas. Por delante le esperaba una larga y en principio monótona jornada. Ciertamente larga sí ha sido, pues han llegado 12 horas más tarde, pero el día no ha sido rutinario… y no solo por las 11 cajas de cigalas y diez cajas de gamba blanca que han podido pescar, sino porque sobre mediodía han estado acompañados por una manada de unos diez delfines listados.

“Ha sido sobre las 11.00 horas de este miércoles. Estaríamos a unas 35 millas (poco más de 56 kilómetros) de Port Saplaya, en la costa de Valencia, cuando en un primer momento ha aparecido un delfín y luego unos cuantos más que se han puesto a juguetear alrededor del barco", confirma Pedro Guzmán, que admite que “no es habitual” contemplar avistamientos de esta belleza y espectacularidad.

Han estado un rato junto a nosotros, hasta que se han cansado y han seguido con su camino”, añade el patrón de El Paraíso, que explica de la siguiente forma por qué un barco de Castelló se encontraba en Alboraya: “Normalmente salimos hacia el sur porque hacia el norte la plataforma continental para buscar cigalas o gambas está más lejos y tenemos que navegar más”.

Confirma Pedro Guzmán que contar con compañeros de viaje como estos delfines listados, con diferencia el cetáceo más frecuente en el Mediterráneo, que puede medir casi tres metros, pesar unos 160 kilos y cumplir hasta 60 años de vida, “te alegra la mañana, te acompaña y te quita la monotonía”.