Una tormenta descargó el miércoles por la tarde con gran fuerza en Requena, donde dejó una espectacular granizada que anegó las calles y dejó las vías impracticables.

Todo ocurrió por sorpresa y con gran intensidad. La tormenta de granizo y viento sorprendió a los vecinos de Requena que, en apenas unos minutos, vieron cómo calles, tejados y terrazas se cubrían de blanco. El culpable, el granizo del tamaño de diminutos garbanzos que en muy poco tiempo se cebó con todo lo que encontró a su paso. Plantas, toldos, persianas… La fuerza de la piedra, que además cayó acompañada de fuertes rachas de viento, sorprendió a los vecinos que aún esta mañana retiraban los restos de granizo acumulado.