El arzobispo Enrique Benavent continúa su camino hacia la ciudad de València. Tras entrar a la diócesis por Benavites, en el Camp de Morvedre, el nuevo arzobispo acaba de llegar al Puig para rezar ante la imagen de la Virgen descubierta en 1237 por Pedro Nolasco sobre un montículo donde Jaume I ordenó construir el monasterio.

A su llegada a El Puig, las campanas han sonado para darle la bienvenida a monseñor a este monasterio mandado construir por Jaume I tras haber encontrado la imagen de la virgen en este montículo por parte de Pedro Nolasco. Es un lugar especial porque aquí comenzó la «recristianización» de València, tal como ha señalado el priori Melchor Azcarate. 

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El arzobispo de València, Enrique Benavent visita el monasterio del Puig Fernando Bustamante

Él ha sido quien ha pedido a Benavent la beatificación del Padre Jofré, enterrado en este monasterio. Fue el religioso que construyó el primer hospital psiquiátrico del mundo y, como tal, esperan un reconocimiento por parte de Roma. 

Así se ha comprometido Benavent, en elevar esta cuestión al Papa Francisco porque el Padre Jofré, «quien ha dado testimonio de la Fe y cuando se beatifica a alguien así, volcado en la caridad, la Iglesia se enriquece, Los Santos son nuestros grandes tesoros».

Benavent se ha comprometido en hacer «todo lo posible» para su canonización, como ha repetido en la oración que ha pronunciado junto al sepulcro del Padre Jofré.

Como anécdota, Benavent ha llegado vestido con el solideo púrpura característico del los arzobispos, pero por una prerrogativa del papa Adriano VI, cualquier monseñor que haya oficiado en Tortosa puede vestir el color rojo, propio de los cardenales. Sin embargo, Benavent ha querido mantener el tono púrpura de su arzobispado.