La presa de Forata logró reducir de forma importante la brutal crecida del río Magro el día de la dana, tras haber causado enormes daños en Utiel y Requena. Además de los 2.000 metros cúbicos de agua por segundo que soportó el embalse en el momento más crítico -el doble de lo que podía asumir-, llegó también una auténtica avalancha de fango, cañas y piedras. Hasta dos millones de metros cúbicos de sedimentos llegaron a entrar, y que ahora se está procediendo a retirar. En cifras entendibles, son algo Más de 90.000 camiones bañera que colocados en línea recta cubrirían unos 1.500 kilómetros de distancia. El riesgo de rotura planeó durante cuatro horas críticas en las que en el Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi) se planteó la evacuación de parte de la Ribera Alta.
