La Novena Sinfonía de Beethoven se ha escuchado por todas las calles de Llíria. Especialmente fuerte ha sonado en el carrer Llibertat, donde se ubica la sede de la Banda Primitiva, y en el Carrer San Vicent, donde los músicos han salido a sus balcones, instrumento en mano, para hacer sonar la partitura de la canción que se convirtió en el Himno de Europa y en la Oda a la Alegría. Todo el despliegue apuntala y ratifica la decisión de la Unesco de nombrar a Llíria Capital de la Música en 2020 porque la música es su mejor patrimonio.