Las UCI de siete comunidades autónomas están saturadas y al borde del colapso. Aunque se ha reducido el ritmo de contagios, las camas de cuidados intensivos no se liberan con facilidad y el tiempo medio de estancia en ellas es de hasta tres semanas. Todas las UCI superan la capacidad de plazas que tenían antes de la pandemia. Donde está la mayor presión es en la Comunidad de Madrid, de 600 camas que tenían, ahora son 1750, casi el triple. También Cataluña vive una situación parecida. Allí 1.430 pacientes están ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sanidad está estudiando el traslado de algunos pacientes a las comunidades menos saturadas como Andalucía o la Comunidad Valenciana. Una medida que todavía no está aprobada.