Un colegio concertado valenciano ha decidido convertir la capilla del centro en una aula en la que podrán estudiar cada día 35 alumnos de bachillerato y así poder asegurar la distancia de al menos 1,5 metros que exige la norma para evitar contagios de COVID-19. Se trata del colegio Pío XII de Valencia.

También el salón de actos de este centro valenciano se ha adaptado con pupitres para servir de clase durante este curso que está a punto de comenzar.