El monarca quiso ser testigo presencial del mano a mano entre Borja Jiménez y Román Collado por la dana de la Feria de Fallas, preferentemente argumentado por el luto del vestido en azabache de Jiménez, y tuvo el detalle de entrar en la enfermería de la plaza de toros de València con los médicos tras el escalofríante percance de Borja Jiménez: "Vino a saludarme para ver cómo estaba cuando terminó el festejo. Allí nos hicimos una foto que guardaré con mucho cariño y me contó los detalles de los demás toros después de mi cogida. También me deseó mucha suerte para el resto de la temporada", ha señalado el torero sevillano desde la cama de una de las habitaciones del Hospital La Salud de València.
