Tiene un futuro brillante por delante, pero la primera parada tras su victoria en el Open de Madrid era volver a casa con los suyos. Carlos Alcaraz se ha definido a sí mismo en varias ocasiones como un tipo familiar y casero, y eso es precisamente lo que ha ido a buscar tras levantar pasiones con su tenis en todo el mundo. Pero la imagen sin duda ha llegado esta tarde de lunes cuando el jovencísimo deportista ha compartido con sus vecinos de El Palmar, en Murcia, el trofeo logrado este domingo, incluso ha salido al balcón de su casa para saludar a la gente que ha acudido hasta el exterior de la vivienda para felicitarlo.