Las risas del futbolista Kiylian Mbappé y del entrenador del París-Saint Germain, Christophe Galtier, han provocado multitud de críticas en Francia. Durante una conferencia de prensa, se les preguntaba sobre la posibilidad de que el equipo parisino dejara de utilizar el avión en desplazamientos cortos y redujera su huella de carbono viajando en tren. La carcajada de la estrella y la respuesta irónica del técnico han sido censuradas incluso desde el gobierno francés. Adoro a Mbappé, ha dicho el ministro de economía, Bruno Le Maire, pero ha elegido el momento más inoportuno para reírse. El político ha recalcado que no deben hacerse bromas con un asunto tan serio como el cambio climático.