A la desgracia de perder el puesto de trabajo, ahora se suma tener que pagar por ello. Primero se abarató el despido y ahora tendremos que pagar impuestos por las indemnizaciones que pagan las empresas a los trabajadores que ponen en la calle. Es una de las novedades de la reforma fiscal del PP. Nunca hasta ahora había sido así. Hacienda se quedará, por primera vez, con parte de ese dinero.