Los Estados miembros de la Unión Europea han llegado a un acuerdo este lunes para aplicar un tope de 180 euros al precio de las importaciones de gas a la UE, según ha informado la presidencia checa del Consejo, un acuerdo que finalmente ha apoyado Alemania, pero con la abstención de Países Bajos y Austria, mientras que Hungría se ha opuesto.