Un río constante de personas, como si fuera aquel que en forma de agua se llevó trágicamente 128.000 vehículos hace poco más de un mes, paseando de un pabellón a otro en busca de un coche que satisfaga sus necesidades y, especialmente, sus urgencias. Esa es la imagen que -incluso media hora antes de que abriera sus puertas- ha dejado el arranque de la Feria del Automóvil de Valencia 2024, una edición celebrada en los pabellones del nivel 3 de Feria Valencia y marcada ineludiblemente por la dana en la que desde el primer minuto las compras -al igual que las expectativas- se han puesto en marcha. Da igual que el objetivo fuera ese turismo más de batalla con un precio asequible o una opción nueva con la cual aguantar años y años, mires donde mires la presencia de ciudadanos al acecho ha sido la tónica.

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