Cientos de personas se concentraron en el límite de las playas de Sagunt y Canet d' en Berenguer con tal de exigir al Ministerio medidas urgentes que frenen la regresión de un litoral que solo en la zona canetera ha perdido 35 metros de anchura desde 2019 al 2022, según los últimos informes encargados por este ayuntamiento. 

La protesta había sido impulsada por el colectivo Mediterránea y por la asociación vecinal saguntina que agrupa a propietarios de las playas de Almardà, Corinto y Malva-rosa, preocupados desde hace años por la regresión que sufre la costa y la inaccesibilidad al mar por las grandes cantidades de piedras que se acumulan junto a la orilla tanto en tierra como en el agua. Esto último nada tiene que ver con la imagen de hace una década, con playas llenas de arena y cuyo estado, según los vecinos, se ha agravado este verano tras la protección de Almenara con espigones sin que se haya ejecutado a la vez la regeneración del litoral de Sagunt y Canet, como llegó a exigir sin éxito Sagunt hasta en los juzgados.

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Miles de vecinos de los pueblos de la costa protestan contra los derribos en primera línea T. Casanova/ J. G. Gimeno

Los dos alcaldes, los socialistas Darío Moreno y Pere Antoni Chordà, secundaron las peticiones vecinales para urgir al Ministerio soluciones integrales que pasen no solo por el proyecto de regeneración previsto, con el futuro vertido de un millón de metros cúbicos de arena, sino que incluyan sistemas para retenerla, tal y como han pedido en sus alegaciones.

El consistorio canetero incluso colaboró en la organización de la concentración; un hecho que en nada sorprendió porque este año, por primera vez, en la zona norte de la costa canetera se han empezado a sufrir los problemas de inaccesibilidad por la presencia de piedras fuera y dentro del agua, como reconoció el mismo alcalde.

La concentración incluyó una pequeña manifestación hasta la arena, donde todo estaba preparado por el ayuntamiento canetero para que los vecinos formaran la palabra S.O.S., portando hojas con mensajes de protesta, de modo que esa llamada de atención fuera visible desde el aire para así lograr difundir más ampliamente el mensaje.