La "mascletà" del 3 de marzo se ha desarrollado de forma accidentada. Los productos pirotécnicos se han mojado y esto ha provocado no sólo que una parte de los mismos no hayan podido ser encendidos, sino que algunos elementos de los voladores han salido defectujosamente, yendo a parar a la zona de seguridad, donde, por lo menos, uno de ellos sí que ha explotado sin causar daños.
Contrariamente a lo habitual, al acabar el disparo no se ha podido acceder a la zona detrás de la valla.
Además, se ha perdido la perspectiva porque el humo se ha apoderado de la zona y ha tardado en escampar.
Los responsables de seguridad han hecho una larga inspeccion ocular buscando cualquier artificio que pudiera estar en el suelo sin explotar.
A causa de las condiciones adversas, una parte importante del disparo se ha quedado sin disparar.
A lo largo de la mañana, la lluvia ha sido liviana, pero incesante, lo que ha acabado por malograr parte del producto pirotécnico, que se ha quedado colgado sin poder explosionar.