Varios periodistas viajan a bordo de un autobús que transporta hacia Donetsk, en Ucrania, a varias madres de soldados hacia un acuartelamiento. Quieren sacar a sus hijos del cuartel Pero al llegar a la base comienzan a ser tiroteados. Anatoly Klyan, de 68 años, cámara ruso, recibe un disparo en el estómago. No puedo sujetar la cámara, consigue decir, antes de que ya nadie pueda hacer nada por él, pese a los esfuerzos del resto porque se mantuviese con vida.