Este sábado un terremoto de 6,8 grados en la escala de Richter ha sacudido el centro de Japón, dejando tras de sí cuantiosos daños materiales, arrasando viviendas y provocando corrimientos de tierra. El lado positivo lo pone el hecho de que no hay que lamentar por el momento ninguna víctima tras el temblor, aunque las autoridades sí han contabilizado al menos 39 personas heridas, siete de ellas en estado grave. La Agencia de Meteorología de Japón ha confirmado que no hay alerta de tsunami tras el terremoto, que se ha podido sentir en Tokio, la capital del país. El seísmo ha golpeado con fuerza la localidad de Hakuba, provocando corrimientos de tierra que han bloqueado diferentes servicios públicos, como el ferrocarril, y numerosas carreteras han quedado cortadas.