Al ritmo de la gaita gallega, degustando un buen pulpo y vinos de la tierra con Manuel Fraga como anfitrión pese a estar en las antípodas ideológicas, Fidel Castro cumplía el sueño de conocer sus raíces gallegas. En 1992 visitaba Láncara, la aldea lucense que su padre tuvo que abandonar para emigrar a Cuba. Fidel ha batido récords de todo tipo al ejercer el tercer mandato más largo de la historia o el discurso más extenso en la historia de la ONU.