El presidente de Estados Unidos ha vuelto a la carrera electoral presencialmente nueve días después del anuncio de su contagio por COVID-19. Lo ha hecho con un acto en los jardines de la Casa Blanca, antes de que su servicio médico confirmara que ya no era contagioso. Invitó a centenares de seguidores en lo que llamó 'una marcha pacífica a favor de la ley y el orden'. Un acto en la línea del presidente, sin distancia social y sin que se exigiera llevar mascarilla a los asistentes. Él tampoco la llevaba. Más allá de la salud pública y a tres semanas de las elecciones presidenciales estadunidenses, el mitin impera contra las leyes democráticas del país, al celebrarlo en la residencia presidencial con fines electoralistas. A partir de este lunes Trump reanudará los mítines fuera de la Casa Blanca, el primero será en Florida. Por su parte, el candidato demócrata Joe Biden, ha participado en un acto electoral en Pensilvania donde pedía una movilización generalizada y una presencia masiva a las urnas porque “está en juego la esencia misma de la democracia en Estados Unidos”.