Las próximas semanas van a ser las peores. Por la velocidad de contagio de la nueva cepa inglesa, con datos por encima de los 50.000 nuevos casos diarios. Sin rodeos, Boris Johnson ordenaba anoche quedarse en casa. Así que vuelta al confinamiento total en Inglaterra, también en Escocia. Prioridad total al teletrabajo y otra vez, niños en casa porque los colegios cierran y los padres afrontan el reto de desdoblarse en maestros. Resignación también entre los españoles que viven y trabajan en el Reino Unido. Frustración reconocida por el primer ministro. Al límite de la saturación, hospitales como este de Londres, aplazan ya operaciones de enfermos de cáncer, para atender la avalancha de pacientes con coronavirus.