Toda seguridad es poca. Militares en todas las calles convierten a Washington en una ciudad fantasma. Nada puede quedar al azar. Sobre todo después de que un hombre armado haya sido detenido cuando intentaba entrar al capitolio con una acreditación falsa. De dentro de la sala han salido a la luz nuevas imágenes del asalto del pasado 6 de enero, en ellas inmortalizan su hazaña en las tribunas, y hasta fotografían documentos de los congresistas. Y ante la amenaza real de que se pueda volver a repetir más de 25.000 soldados, el mayor despliegue nunca antes visto, custodian la capital a 48 horas del acto de investidura de Biden.