En esta segunda fase de la guerra que Israel ha planificado para exterminar a Hamás, el ejército hebreo sigue llevando a cabo incursiones terrestres. No es la gran invasión que se esperaba, pero cada vez llegan más soldados a la zona. Israel asegura haber destruido en las últimas horas hasta 450 posiciones de la organización terrorista y confirma que los combates con las milicias palestinas se hacen ya sobre el terreno. Además, ha elevado el número de secuestrados en poder de Hamás a 239 personas.Blindados y fuerzas de infantería complementan los ataques aéreos de la segunda fase de la ofensiva con la que se busca liquidar a Hamás. Los bombardeos del fin de semana han sido los más violentos desde que se inició la guerra y según Israel sólo este domingo han atacado más de 450 objetivos militares de la organización yihadista. Entre ellos, destacan cuarteles, puestos de observación y posiciones de tiro antitanques. El primer ministro Benjamin Netayahu, que augura una guerra larga y dura, se ha reunido con soldados para agradecerles su respuesta al ataque de Hamás en territorio israelí del 7 de octubre.Aunque determinado a acabar con el enemigo, el mandatario debe afrontar a su vez la situación de los más de 200 rehenes isarelíes en manos de los yihadistas. Sus familiares, reunidos con el ministro de Defensa, lamentan el rechazo del ejecutivo isarelí a la oferta de Hamás para intercambiar prisioneros.
